Si los jardines italianos se caracterizan en general por el orden, el Parque de los Monstruos (Parco dei Mostri) pretende ser todo lo contrario. Este gran espacio verde, situado en el pequeño pueblo italiano de Bomarzo -a unos 90 kilómetros de Roma-, es una invitación a pasear libremente en busca de sus gigantescos habitantes de piedra. El nombre le viene como anillo al dedo, pues las grandes estatuas tienen un aspecto verdaderamente monstruoso: criaturas mitológicas luchando entre ellas, una enorme boca de piedra que invita a entrar en una gruta o un elefante de guerra que aplasta con su trompa a un soldado son algunos de los seres que pueblan este pequeño bosque urbano.