Ya sea por sus reconocidas bodegas, por su arte flamenco o porque allí se celebra el gran premio de motociclismo una vez al año, Jerez de la Frontera se ha convertido en parada obligada para aquellos que visitan la provincia de Cádiz. ¿Sus puntos fuertes? Un patrimonio histórico asombrosamente variado y una gastronomía para todos los gustos. Además, desde allí todo está a una "media horita" a veces un poco larga, y es fácil llegar desde la capital gaditana. Una escapada a Jerez es sinónimo de buenas tapas, vino a todas horas y arte por todos los rincones. Sin dejar de lado las tardes en los tabancos de sus barrios más flamencos. Cantar y bailar (aunque sea mal) nunca había sido tan fácil.