Córcega y la desaparición
Su compromiso era tal que Saint-Exupéry no paró hasta lograr reincorporarse en activo. Su edad (cuarenta y cuatro años) no era la ideal y su salud, muy maltrecha por todos los accidentes que había ido sufriendo, tampoco; a pesar de todo ello, en febrero de 1944 logró reincorporarse en su escuadrilla destinada primero en Cerdeña y, posteriormente, en Córcega. Le autorizaron a cumplir cinco misiones. La mañana del 31 de julio de 1944, Saint-Exupéry partió en vuelo de reconocimiento hacia la región francesa de Grenoble, al este de Lyon. Ya nunca volvió; tal vez aprovechó para sobrevolar por última vez el castillo de Saint-Maurice, el refugio de infancia al que siempre acudía cuando comenzaba a notar la punzada de la nostalgia.