Pocas cosas hay más francesas que el queso y el Tour de Francia, razón de más para juntar este verano dos placeres: el deporte y el gastronómico, a través de una ruta -sin bicicleta pero con el tenedor en la mano- alrededor de algunos de los quesos más ilustres del país. De fragantes referencias alpinas a sutiles aromas caprinos, pasando por ilustres azules, famosos normandos, poderosos quesos del norte y bravos isleños.