10 grandes parques urbanos

Son oasis para escapar de la ajetreada vida de la ciudad, para hacer deporte, descansar o simplemente para perderse por sus caminos entre bosques y lagos

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Foto: visitlondon.com

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Hyde Park, Londres

La capital británica se postula como el primer parque nacional urbano gracias a la red de parques y jardines que atesora en el centro de la ciudad que, además del Hyde, cuenta con otros ocho más. Hyde, al que debe añadirse el aledaño Kew Gardens, abarca 2,5 km2 de jardines bellísimos por los que corretean las ardillas y crecen magníficos rosales. Richmond Park, creado en 1634 por Carlos I como coto de caza, es un punto y aparte. Sus 955 hectáreas de extensión lo sitúan como el parque público más grande de Londres en el que viven más de seiscientos gamos y ciervos. 

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Jardines del Schönbrunn, Viena

Considerado el Versalles vienés, es una de las principales atracciones turísticas de la capital austríaca. Su construcción comenzó en 1696, y aunque originariamente estaba destinado a Carlos VI, terminó siendo su hija María Teresa quien acabó de darle forma. Ésta lo convirtió en la residencia veraniega de los Habsburgo hasta el final de la época monárquica en Austria. Los jardines imperiales que rodean el palacio de Schönbrunn con sus anexos y sus amplios jardines constituyen una de las expresiones artísticas y culturales más importantes del barroco en Europa.

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Jardines de la Bahía, Singapur

De los jardines históricos a uno espectacular de reciente creación. Se trata de un peculiar proyecto ubicado en unos terrenos ganados al mar junto a Marina Bay cuya finalidad es transformar Singapur en una «ciudad jardín». Las ramas metálicas de dieciocho árboles gigantes dan sombra a este jardín se han convertido ya en su icono, además de los dos invernaderos en forma de cúpula, dotados de eficiencia energética y que se refrigeran con el agua de lluvia acumulada.

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Park Güell

La gran ciudad-jardín que Antoni Gaudí imaginó en la zona alta de Barcelona es hoy uno de los lugares más frecuentados por visitantes y barcelonenses. En su origen estaba destinado a convertirse en una urbanización para familias acaudaladas situada en un punto excelente de la ciudad, en plena montaña y con una vistas fantásticas. Este proyecto finalmente no se llevó a cabo a pesar de que muchas de sus instalaciones estaban terminadas y en el año 1918 pasó a ser propiedad de la ciudad.

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Central Park, Nueva York

Al contemplar este magnífico rectángulo verde desde los rascacielos que lo circundan, uno se da cuenta de la importancia que este gran parque tiene para Manhattan. Con sus 4 kilómetros de longitud y 800 metros de ancho, es visitado por unas 35 millones de personas al año. Contiene varios lagos artificiales, dos pistas de patinaje sobre hielo y extensas áreas de césped. Además el parque es lugar de estadía de aves migratorias, lo que lo convierte en un buen observatorio.

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Villa Borghese, Roma

La influyente y acaudalada familia Borghese tuvo en esta villa una de sus residencias y la rodeó de maravillosos jardines cuajados de obras de arte. El parque se abrió al público a principios del siglo XIX y con 80 hectáreas de superficie es el tercero en extensión. En su interior se halla el Museo Nacional Etrusco de Roma, albergado en la antigua Villa Giulia, que fue la residencia de verano del Papa Julio III. El paseo entre esculturas hasta lo alto del monte Pincio es una auténtica delicia.

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Tiergarten, Berlín.

La capital alemana es una ciudad de parques y zonas verdes, los hay de todo tipo, desde las ajardinadas orillas del Spree, al dinámico Mauer Park. Pero entre todos destaca por sus dimensiones –210 hectáreas– y belleza el Tiergarten, situado en el meollo de la ciudad. Esta gran zona verde se extiende desde la Puerta de Brandemburgo y es atravesado por la Calle 17, con la Columna de la Victoria, y alberga el parque zoológico y la sede de la Filarmónica de Berlín. Está lleno de senderos, recovecos, estanques y áreas boscosas que se disfrutan paseando.

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Bois de Boulogne, París

En el límite oeste de París, el barón Haussman diseñó un parque al estilo inglés, casi tres veces más grande que el Central Park. Una de la secciones del parque, el Jardin d’Acclimatation, está dedicada a los niños e incluye un parque de diversiones, un teatro de marionetas y un museo de ciencias. Allí, fue inaugurada hace poco la espectacular sede de la Fundación Louis Vuitton, un centro artístico diseñado por el arquitecto Frank Gehry cuya silueta se asemeja a un velero de cristal.

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Parque Yoyogi, Tokio

Situado junto al santuario Meiji, es el segundo más grande de la ciudad tras los Jardines Imperiales. Antes de convertirse en parque de la ciudad de Tokio en 1967, Yoyogi fue el área residencial para personal militar estadounidense durante la ocupación aliada y posteriormente formó parte de la villa olímpica de los JJOO de Tokio de 1964. El parque Yoyogi tiene grandes explanadas abiertas, pequeños estanques y zonas ajardinadas y áreas de bosque. Su gran día es el domingo cuando se puede ver en acción a los «rockabillies» tokiotas, que se reúnen en la entrada del parque para bailar, tocar, mostrar sus coches de época y enseñar orgullos sus estilismos.

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Vondelpark, Amsterdam

Abierto desde 1864 en el sur de la ciudad, en donde hoy se ha consolidado el Barrio de los Museos, está siempre lleno de gente joven y ciudadanos que escapan en busca de algunos rayos de sol, a deleitarse con el Jardín de Rosas y a disfrutar de un día de campo. De su historia sorprende que fuera creado por una asociación de ciudadanos, en lugar de por la realeza, como era costumbre en esa época. 

Bois de Boulogne

Muchas de las grandes ciudades del mundo tienen como centro neurálgico una inmensa zona verde con la que se identifican: Nueva York con Central Park, Londres con Hyde Park, Ámsterdam con Vondelpark y así un largo etcétera. A mediados del siglo XIX se empezó a considerar la necesidad de que las ciudades pudieran disfrutar de espacios naturales cercanos, lugares alrededor de los cuales crecían barrios enteros que eran ocupados por familias adineradas. Hoy se han convertido en una pieza urbana fundamental, imprescindibles para valorar el grado de bienestar y la calidad de vida.

Te mostramos diez ejemplos, todos ellos son visitas ineludibles que seguro que serán un respiro tras un día de patear las calles de cualquier ciudad.