
Muchas de las grandes ciudades del mundo tienen como centro neurálgico una inmensa zona verde con la que se identifican: Nueva York con Central Park, Londres con Hyde Park, Ámsterdam con Vondelpark y así un largo etcétera. A mediados del siglo XIX se empezó a considerar la necesidad de que las ciudades pudieran disfrutar de espacios naturales cercanos, lugares alrededor de los cuales crecían barrios enteros que eran ocupados por familias adineradas. Hoy se han convertido en una pieza urbana fundamental, imprescindibles para valorar el grado de bienestar y la calidad de vida.
Te mostramos diez ejemplos, todos ellos son visitas ineludibles que seguro que serán un respiro tras un día de patear las calles de cualquier ciudad.