Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, se mira el mapa con ojos de deseo: un pueblecito en el Mediterráneo, alguna isla para días de hedonismo y playa, un tour por algún país del norte de Europa donde disfrutar de temperaturas menos cálidas... Hay multitud de opciones. Por eso, las diferentes diferentes redacciones a nivel mundial de Viajes National Geographic vuelven a desvelar la lista anual de lugares más inspiradores para un verano 2023 apasionante.
La selección gira en torno a destinos y experiencias de viaje que aprovechan los beneficios del turismo para fortalecer sus comunidades y entornos locales, tanto naturales como culturales y etnográficos. La desconexión no va reñida con la sostenibilidad.
Es decir, aquellas aventuras que respetan y potencian nuestro planeta así como la diversidad de comunidades y personas que lo componen. Todo ello agrupado en cinco categorías, cuatro clásicas: Familia, Aventura, Cultura y Naturaleza y una nueva, Comunidades locales, en la que se pone el foco en aquellos destinos que innovan en ecoturismo, sostenibilidad y contacto con la cultura local. En definitiva, un mapa de los deseos con aquellos lugares que se afanan en que el turismo mejore la vida de la población autóctona y muestre coordenadas autóctonas, arraigadas, localmente relevantes y comprometidas. Con esta selección es mucho más fácil escoger un destino al que viajar este verano. Mucho mejor un grupo de expertos periodistas para tratar de averiguar cuáles serán los mejores destinos para vivir con intensidad el verano 2023 que preguntarle a ChatGPT.
Y para quien busque un viaje en el que poder experimentar algo de invierno:
Comunidades locales de Alberta (Canadá)
Alberta es famosa por sus maravillas naturales, como el Glaciar Athabasca y el Parque Nacional de Banff, ambos en las Montañas Rocosas. Con sus amplias vistas a las praderas y la modernidad de vidrio y acero de ciudades como Calgary y Edmonton, esta provincia canadiense invita también a ser contemplada desde la perspectiva indígena, desde la cultura de los habitantes nativos de este territorio.

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«El viajero que nos visita desea reconectar y cambiar de foco», dice Brenda Holder. Esta guía cree/iroquesa acompaña a grupos de visitantes a lo largo de itinerarios por los bosques cercanos
a Sundre para mostrar las plantas medicinales que su pueblo ha utilizado secularmente para elaborar remedios.
Los enclaves aborígenes muestran una perspectiva del territorio previa a la llegada de los europeos. Los visitantes del Parque Nacional de la isla de Elk, al este de la ciudad de Edmonton, pueden descubrir los más de ocho mil años de historia y los mitos de las culturas locales a través de rutas senderistas guiadas, itinerarios por las grutas con pinturas rupestres del valle del Río Milk (Patrimonio Mundial de la Unesco), programas interpretativos sobre utensilios de piedra hallados en excavaciones o talleres de artesanía cree.

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Aventuras en los Alpes Austríacos
En 2008 un grupo de pueblos de los Alpes orientales se asociaron bajo el sello Bergsteigerdörfer («aldeas montañesas») con el objetivo de promover sus pequeñas comunidades entre los viajeros aficionados al senderismo, la escalada en roca o en hielo, la bicicleta de montaña o el esquí. La mayoría de las 36 localidades de la agrupación se concentran en las provincias austriacas del Tirol y Carintia, pero algunas están situadas en territorio suizo, alemán, italiano o esloveno.
El sello Bergsteigerdörfer vela tanto por la cultura local como por el paisaje de montaña, rechazando los proyectos turísticos a gran escala que afectan zonas naturales. Para estos pueblos, el futuro está en el turismo de montaña sostenible y, sobre todo, respetuoso con el entorno y las tradiciones locales. En la web de la asociación se propone, por ejemplo, alojarse en una granja o probar platos típicos como el sterz a base de patatas. Barbara Reiter, miembro de la asociación, lo resume así: «nos dirigimos a los viajeros que desean vivir una experiencia alpina auténtica».