Los 25 destinos más NG de esta primavera

Lugares perfectos para viajeros que buscan conocer otras culturas, ver exuberantes paisajes, experimentar nuevas sensaciones... y mucho más.

Con la llegada de la primavera, las ciudades se llenan de luz. Los días comienzan a ser mucho más largos y los parques o jardines presencian la salida de sus flores. Es el momento de activar todos los sentidos. De disfrutar de los coloridos campos de amapolas, de los cerezos en flor, lagunas rodeadas de orquídeas y caminos llenos de hortensias, mimosas o agapanto. También de la tranquilidad de las playas, cuando aún no se han llenado de turistas. En definitiva, una ocasión ideal para planear un viaje diferente con ese espíritu National Geographic de descubrir, investigar y explorar. 

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WALTER SPOOR PHOTPGRAPHY

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Hallerbos, el Bosque Azul belga (Bélgica)

Una alfombra de pétalos violetas cubre el sotobosque de Hallerbos, un área forestal situada entre el río Zenne y la localidad de Zoniën, 19 km al sur de Bruselas. El sendero señalizado de Achtdreven (1,8 km) conduce a través del sector más florido de este bosque de 540 hectáreas.

MAURICIO ABREU

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Algarve (Portugal)

La Costa Vicentina, antes de que el océano se amanse al doblar el cabo de Sagres, es el tramo más salvaje de esta región del sur de Portugal. En primavera, los senderos que se asoman a acantilados o que bordean lagunas y calas de arena, discurren por zonas donde crecen orquídeas salvajes y lugares donde anidan aves acuáticas.

JUAN CARLOS MUÑOZ

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La Serena de Badajoz (España)

El rojo de las amapolas puntea los pastos de las dehesas que se extienden en el sur de Badajoz. En la comarca de La Serena, este paisaje de alcornoques y encinas dispersos cambia por completo al alcanzar la orilla del Guadiana, un refugio de aves acuáticas y también un paraíso para senderistas. De hecho, los olmos centenarios de Cabeza del Buey, en la región, quedaron en segundo lugar en el certamen de Árbol Europeo del Año 2018.

SHUTTERSTOCK

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Acrópolis de Atenas (Grecia)

Las temperaturas suaves de  los meses de abril, mayo y junio son ideales para descubrir la capital griega y, en especial, para visitar la Acrópolis de Atenas a cualquier hora del día. Durante esos meses, además, resulta más fácil acceder a los museos principales y pasear con calma por los vibrantes barrios de Plaka y Monastiriki.

PETER ADAMS

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Fiordo de Hardanger (Noruega)

Abrigada entre montañas, Bergen es la puerta de acceso al Sognefjord, considerado el fiordo más largo, profundo y bonito de Noruega. Sobre todo, porque uno de sus brazos, el Aurland, atesora paisajes naturales intactos. Muy cerca de ellos está el fiordo de Hardanger, un espectacular paisaje que sorprende por sus afiladas montañas y por miradores naturales como la Lengua del Troll. 

 

ANNE-M. ERDOGAN

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Bretaña (Francia)

La región occidental de Francia posee dos lugares ineludibles en primavera: la Punta de Raz, cuyos campos quedan cubiertos por el amarillo de la retama en flor; y Bréhat, conocida como la 'isla de las flores' por sus macizos de hortensias, mimosas y agapanto, el violáceo lirio africano.

MANUEL ROMARÍS

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Salar de Uyuni (Bolivia)

El desierto de sal más grande del mundo (12.000 km²) tiene un apunte de color en la isla Incahuasi cuando sus enormes cactus de casi 10 metros de alto se cubren de pétalos amarillos al alcanzar la madurez. Las temperaturas más suaves de abril permiten disfrutar mejor de este singular paisaje. 

CINDY STERN

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Nueva York (EE UU)

Central Park, el pulmón verde de la Gran Manzana, se transforma en un jardín inmenso al llegar el mes de abril. La mejor forma de conocerlo es pasear sin prisas por sus senderos de árboles floridos desde alguna de las entradas del sur hasta el puente de Bow, escenario de numerosas películas.

VENTURA CARMONA

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Jardines de Sevilla (España)

Los Jardines del Alcázar, el parque de María Luisa (en la imagen) y las orillas del Guadalquivir transforman la ciudad andaluza en un jardín cuando llega la primavera. Esta época tiene, además, una cita imprescindible: la Feria de Abril, un desfile de vestidos tradicionales, bailes y jornadas gastronómicas.

GUY SCHMICKLE

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Reserva Nacional Desierto de Mojave en California (EE UU)

El árido altiplano que abarca 647.520 ha del sur de California sorprende los años lluviosos con flores que crecen entre las espinas de los cactus o que se abren paso entre las piedras. Varios itinerarios en coche y a pie descubren sus dos parques nacionales, el del Valle de la Muerte y el de Árboles de Josué. 

MICHEL DENIS-HUOT

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Reserva Nacional Masai Mara (Kenia)

La migración de miles de herbívoros desde el parque tanzano de Serengueti hasta la reserva keniata de Masai Mara, a 800 kilómetros, es uno de los mayores espectáculos naturales del planeta. Empieza antes de que la estación seca (de junio a noviembre) deje sin agua los arroyos y las lagunas.

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Keukenhof (Holanda)

La mayor exposición de tulipanes del mundo se localiza a solo 36 km de Ámsterdam. Dividido en 9 jardines temáticos que reúnen 7 millones de bulbos, Keukenhof exhibe diseños florales distintos cada primavera. El recinto abrió en 1950, pero su origen se remonta al siglo xv, una historia que se explica en el pabellón Juliana. 

JAVI FLORES

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Parque Nacional de Ordesa en Huesca (España)

La Cola de Caballo y el resto de cascadas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Pirineo aragonés) aumentan de volumen con el deshielo. Tras meses bajo la nieve, el camino que sube hasta el circo de Soaso discurre entre el verde brillante de las hojas nuevas y los llamativos colores de las flores pirenaicas. 

MAURIZIO RELLINI

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La Toscana (Italia)

El valle de Orcia, declarado Patrimonio de la Humanidad, es el lugar perfecto para contemplar la belleza de esta comarca italiana. Su armonioso paisaje de colinas suaves en las que se erigen caserones rodeados de cipreses, viñas y olivos, ha seducido a pintores y escritores de todos los tiempos. 

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Cabo de Gata (Almería)

Las playas que bordean el Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, ofrecen en primavera uno de sus mejores momentos. Libres de las aglomeraciones del verano, las calas de roca y las de arena, los pueblos pescadores y los senderos de interior muestran la cara más indómita del cabo almeriense. 

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Washington (EE UU)

La capital estadounidense conmemora cada mes de abril un obsequio histórico: los 3.000 cerezos que la ciudad de Tokio le regaló en 1912. Desde entonces, la época de floración es todo un acontecimiento en el parque Potomac y en los alrededores del Monumento a Washington.

NORDIC PHOTOS / AWL IMAGES

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Parque Yoyogi de Tokio (Japón)

Sakura es el poético nombre japonés para la explosión floral del cerezo, un árbol introducido en la capital en el siglo XVIII. Las copas rebosantes de pétalos ocupan los parques Ueno y Yoyogi, y las dos orillas del río Sumida. Diversos festivales conmemoran este fenómeno desde el mes de marzo hasta mayo. 

OLEG BAKHIREV

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Jardín de Monet. Giverny (Francia)

El Clos Normand, la casa donde Claude Monet vivió desde 1883 hasta su muerte en 1926, alberga uno de los jardines más deliciosos de Francia. Situada en la aldea normanda de Giverny, posee el estudio del pintor y el Jardin d'Eau que le inspiró su célebre cuadro Nenúfares, símbolo del impresionismo.

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Valle del Jerte (España)

El cerezo en flor es el gran acontecimiento del año en este rincón de Cáceres. Las copas blancas de un millón y medio de árboles cubren los campos durante unos 15 días, entre finales de marzo y mediados de abril. Dos rutas en coche recorren la comarca y ofrecen las panorámicas más bonitas. 

Araghu

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Valle de las flores (India)

Al pie del Himalaya, el Valle de las Flores o de Bhyundar (a 441 km de Nueva Delhi) es uno de los rincones más poéticos de la India. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1998 por su riqueza en flores endémicas, que crecen a casi 4.000 m de altitud después de meses de duro invierno. 

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Michoacán (México)

Cada año, cerca de un billón de mariposas monarca regresan al este de Canadá desde los bosques de Michoacán. Después de hibernar desde el mes de octubre, en marzo se reproducen y emprenden el viaje de regreso hacia el norte, momento en que vuelven a llenar el cielo con sus alas azules.

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Parque Nacional de El Teide (España)

El rojo chillón del tajinaste y el amarillo eléctrico de la retama reclaman la atención de los visitantes que se acercan al volcán del Teide durante los meses de mayo y junio. Los miradores del Tabanal Negro, los Azulejos y del llano de Uanca ofrecen las mejores vistas de este espectáculo cromático.

Photo by Bruce Edwards on Unsplash

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Northumberland Castillo de Bamburg

Este condado del norte de Inglaterra es un buen destino a partir de abril, cuando el jacinto de los bosques empieza a abrir sus flores violetas. El Parque Nacional de Northumberland, el Muro de Adriano construido por los romanos y la ciudad medieval de Halwhistle son sus principales enclaves. 

Foto: AGEfotostock

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Delta del Ebro (Tarragona)

El gran curso fluvial alcanza el Mediterráneo rodeado de arrozales, largas playas y lagunas donde anidan millares de aves en primavera. La mejor manera de conocer el Parque Natural del Delta del Ebro es en bicicleta a través de la red de caminos que parten del centro de información de la reserva.

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Essaouria

Del 20 al 23 de junio la ciudad costera de Essauira, a 175 km de Marrakech, acoge una de las citas más interesantes de músicas del mundo: el Festival Gnaua. Es la excusa perfecta para perderse por su medina Patrimonio de la Humanidad, disfrutar de paseos por su larga playa de arena y, de paso despedir la primavera enlazándola con las rutinas estivales. 

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