
Cuando muchas ciudades están reintroduciendo el tranvía como medio de transporte limpio, útil y sostenible, hay una pocas que en su día decidieron conservar sus antiguos vagones y dotarlos de un valor añadido, el de la historia. Hoy es posible subirse en tranvías de finales del siglo XIX y principios del XX en ciudades con gran tradición en este medio de transporte como Milán, Lisboa o San Francisco que a mediados del siglo XX compró a distintas capitales sus antiguos convoyes para crear su propia red de tranvías. Por eso la visita a estas urbes debe tener en cuenta un paseo en los viejos vagones que trazan recorridos por los lugares más emblemáticos. Tranvías que tienen más de cien años de historia y que forman parte del ADN de la ciudad.