Cada año, la agencia de turismo de Gran Bretaña publica un informe con las atracciones turísticas más visitadas de ese año. Este listado ofrece datos más allá de los lugares que más miradas captan sino que puede leerse como una radiografía social del estado de la cultura en Gran Bretaña. En 2019, lo público y gratuito ganó por goleada a aquellas atracciones que cobraban entrada. A diferencia de España, acostumbrada a la experiencia cultural “pay per view”, los museos británicos están mucho más protegidos a nivel económico, una decisión que les consagra en lo más alto del ranking, llegando incluso a triplicar las cifras de las atracciones de pago más populares.