6 lugares que no te debes perder del norte de Etiopía

La tierra de la mítica reina de Saba muestra todos sus tesoros en un entorno natural único

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Merkato de Addis Abeba

En Addis Abeba, la capital y centro neurálgico del país, vale la pena visitar su museo Etnológico y, el sábado, perderse por el Merkato, uno de los mercados más grandes y coloridos de África

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Merkato Addis Abeba

Un hombre carga con paquetes de hoja de kobe, usadas para cubrir el pan durante su elaboración, entre el trajín del Merkato de la capital de Etiopía. Kobe es el nombre local para referirse a la planta Ensete, una variedad de planta tropical parecida la hoja plátano.

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Lago Tana

Bahir Dar (con aeropuerto) es el punto de partida de las excursiones en barca por el lago Tana, el mayor de Etiopía y origen del Nilo Azul. Las 37 islas lacustres albergan iglesias con pinturas al fresco en su interior.

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Cataratas Tis Issat

El Nilo Azul vierte sus aguas en este salto de 45 metros de caída. La senda que sube hasta ellas parte de la población de Tis-Isat, a 35 kilómetros de Bahir Dar, y cruza el río por un puente erigido por los portugueses en el s. XVII. 

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Gondar

Situada a 50 kilómetros del lago Tana, fue la capital del país entre 1632 y 1855. De su pasado como ciudad de reyes posee un recinto con varios castillos y también iglesias decoradas con frescos de gran colorido y detallismo.

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Aksum

La ciudad donde se hallaba el palacio de la reina de Saba conserva estelas con más de 2.000 años de antigüedad y varios obeliscos de hasta 33 metros de altura. 

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Lalibela

Es uno de los lugares más sorprendentes del país por sus 11 iglesias excavadas en el suelo rocoso hacia el siglo XII. Los templos están conectados por una red de pasadizos. El conjunto es Patrimonio de la Humanidad desde 1978. 

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El norte de este país africano es tan rico en cultura y tan diverso en paisaje que en ocasiones se dice que es, por sí mismo, un continente a pequeña escala. Una región cuya historia antigua nos ha llegado a través de leyendas, las mismas que han terminado por dar forma y carácter a este rincón del mundo.

Después de dejar atrás la capital etíope, el viajero se sumerge en un paisaje caracterizado por la exuberancia de la vegetación y la elegancia de sus montañas y valles. Dejando atrás el impresionante Parque Nacional de las montañas Simien, poco a poco uno se adentra en un mundo donde el agua del Nilo Azul aparece como un personaje principal y las iglesias cristianas que hace siglos fueron talladas en la roca se imponen como imágenes inolvidables del viaje a Etiopía.

Así se nos presenta una de las zonas imprescindibles de visitar antes de dejar el país, la que un día fuera la cuna del mítico reino de Saba, donde supuestamente se encuentra la ubicación real de la legendaria Arca de la Alianza.