Mar de pétalos

Aitona, el pequeño pueblo de Lleida que florece antes de la primavera

Los melocotoneros y otros árboles frutales pintan de rosa una localidad que ofrece rutas y otras actividades para descubrir su faceta más colorida.

Aitona, en la comarca leridana del Segrià, es uno de los municipios que más melocotón produce de España y Europa. Con más de ocho mil hectáreas de árboles frutales, entre melocotones, nectarinas y paraguayos, sus campos se convierten en una postal rosácea que atrae, durante las semanas previas a la entrada de la primavera, a miles de personas. Rutas guiadas, paseos en bicicleta, vistas desde miradores, vuelos en globo… las posibilidades de disfrutar de este escenario mágico y efímero son muchas y para todos los gustos.

Aitona

Aitona ahora vibra en rosa, pero los pétalos que se abren ahora no son un reflejo del pasado de este pueblo, antaño territorio de secano, de trigo, olivar, viñedos y almendros. A principios del siglo XX, gracias a las aguas de una antigua acequia árabe, que proveen de agua del río Segre, el paisaje cambió aquel cultivo por manzanos y perales que acabaron por ser desterrados por melocotoneros y sus dos mutaciones naturales, la nectarina y el paraguayo.

Una postal efímera

Entre los últimos días de febrero y la mitad de marzo, fechas que varían dependiendo del clima y la temperatura de cada año, las flores de los melocotoneros se abren para mostrar su llamativo color rosáceo de diferentes tonos en un espectáculo que no se puede predecir ni el inicio ni el final. Desde que aparece la flor, pueden ser una o dos las semanas en las que se mantenga la llamativa imagen de Aitona florecida.

Aitona
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Hace más de diez años, el ayuntamiento de la localidad comenzó a gestar una iniciativa que se hizo realidad en 2016, cuando nació Fruiturisme. A partir de entonces, se comenzó a aprovechar no solo el gran motor económico que generaban las toneladas de melocotón que se recogían anualmente, sino también todo lo que a nivel turístico podía ofrecer la bella estampa del fruto de los trabajos agrícolas de la zona.

Cómo disfrutar de la floración

Para vivir el particular hanami de Cataluña, Aitona ofrece varios planes para todos los gustos y edades. Llegar a Aitona ya es todo un espectáculo, pues el camino es un pequeño aperitivo de la increíble visión de esta primavera precoz. Junto a Torres de Segre, Seròs, Soses y Benisanet, la localidad es una de las mayores en extensión de estos árboles, con lo cual las carreteras secundarias que discurren entre ellos son también un placer para la vista.

La localidad es el punto de partida de todas las rutas y actividades que se pueden realizar, y donde los comercios locales aprovechan para ofrecer productos típicos de la zona para poner en valor la importancia del sector agrícola y, por qué no, hacerse con algún recuerdo o incluso aperitivo para el camino.

Aitona
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Desde Fruiturisme se presentan tres rutas que pueden hacerse por cuenta propia. La primera de ellas es la Ruta de Sierra Brisa, un camino de 4,5 km que discurre entre los cerros que circundan Aitona, llegando hasta la Ermita románica de San Joan de Carratalà, desde donde disfrutar de la panorámica que regala la altura.

La segunda, la Ruta del Árbol Frutal, es un camino llano entre melocotoneros y junto al Río Segre de casi 6 km, donde se puede apreciar más fácilmente los detalles de estos árboles y sus flores. Finalmente, el Camino Verde Natural Aitona-Soses es un recorrido entre los dos pueblos de casi 10 km que bordea el río y donde puede disfrutarse de animales como cangrejos de río y patos.

Cualquiera de estas tres rutas también se puede realizar en bicicleta, tanto por libre como en una actividad dirigida en la que se explican aspectos relacionados con los árboles frutales acompañado de una degustación. Y para los que prefieran ver los colores desde el cielo, se organizan también vuelos en globo, una experiencia única y una perspectiva inigualable del fenómeno floral.

 

Aitona
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Sin embargo, una de las que tiene más fama es la visita por fincas privadas para la que se ha de hacer reserva en Fruiturisme. Esta es la Ruta del Melocotonero en flor, en la que agricultores muestran el trabajo que realizan en el campo, explicando aspectos sobre la floración, el fruto y su cuidado, además de la comercialización de este, mientras se recorren diferentes miradores.