Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
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La ruta de Henri de Toulouse-Lautrec en Albi es un motivo perfecto para descubrir esta bella ciudad del Midi-Pyrinées y el museo dedicado al artista que, instalado en el magnífico Palacio de la Berbier (antigua residencia Episcopal), alberga más de mil obras, entre las cuales se hallan sus treinta y un carteles más conocidos. Precisamente el pintor y cartelista nació en 1864 en el castillo de Albi y vivió en la ciudad hasta 1881 cuando se trasladó a París. El artista es celebrado por el museo con exposiciones especiales y una ruta por los escenarios de su vida y obra.
Ciudad Episcopal
Atravesada por el río Tarn, amplio y magnífico y cruzados por señoriales puentes, Albi está presidida por la soberbia Ciudad Episcopal, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. En el interior de su recinto se pueden visitar la Catedral de Santa Cecilia, la más grande del mundo construida en ladrillo; el Palacio de la Berbier, antigua residencia de los obispos de Albi y sede del Museo Toulouse-Lautrec; y cuatro barrios medievales que nacieron bajo la protección y tutela del obispado en el siglo XIII. El Castelviel (Castillo viejo, en occitano), cuna de la ciudad, es un pintoresco barrio de calles estrechas y casas con entramados de madera, lleno de cafés y restaurantes, una delicia para el paseo. También hay que recorrer el barrio del Castelnau (Castillo nuevo); el de St-Salvi, cuyo claustro y colegiata del siglo XII asocian arquitectura gótica y románica; y las riberas del río Tarn con el Pont-Vieux (Puente Viejo) construido en 1040 que fue clave en el crecimiento comercial de la ciudad en la Edad Media.
Del medievo al siglo XIX
Al sentido visual hay que sumar en Albi los del olfato y el gusto, por ejemplo en el Mercado Cubierto, una de los lugares imprescindibles en la visita de la ciudad, construido a mediados del XIX. Muy cerca se halla la casa medieval más antigua de Albi, que data del siglo XII. El mercado está enclavado en el barrio que nació gracias a los mercados y al comercio de los siglos XV al XVI que dieron lugar a que una burguesía adinerada creara una nueva zona con casas señoriales y grandes edificios civiles. Hoy, es el centro de la ciudad y el barrio más comercial, donde se hallan el Ayuntamiento y el Teatro Municipal.