Portugal al volante

Alentejo: todo para un road trip inolvidable

En Portugal las opciones para aprovechar el buen tiempo son infinitas, y la región del Alentejo lo sabe bien.

Representa un tercio de la extensión de Portugal y aún así su nombre no siempre resulta familiar. Es el Alentejo (con la jota pronunciada parecido a la i griega), una zona de contrastes repleta de encantadoras poblaciones, maravillosos enclaves en la naturaleza, y 200 kilómetros de alucinantes playas. Se sitúa, como su nombre indica, más allá del Tejo (río Tajo en portugués), concretamente hacia el Sur, limitando con el Algarve. ¿Que cuál es la mejor forma de abordarla? Sin duda, dejarse llevar por sus tranquilos parajes a bordo de nuestro coche, ir con ganas de dejarse sorprender, y disfrutar de sus infinitas posibilidades para un road trip. 

 

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iStock-1155270432. Preparados, listos... !ya¡

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Preparados, listos... ¡Ya!

Al Alentejo es recomendable ir con la mente abierta y en plan “elige tu propia aventura” (como aquellos libros interactivos). Nada de lo que se meta en el coche va a sobrar: neverita para dar buena cuenta de los espectaculares quesos de la zona, abrebotellas para hacer lo propio con el vino Alentejano, libros para devorar en relajantes rincones, traje de baño, calzado para senderismo, escarpines, ropa de abrigo aunque sea verano, algo para cubrir el cuello, un chubasquero, paraguas, indumentaria más formal para algún local sorprendente… Llegamos a una zona en la que todo puede ser. Primera parada: Elvas, ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ubicada a solo 10 kilómetros de Badajoz. Imprescindible deleitarse con el Acueducto de Amoreira, darse un paseo por su apreciado casco histórico, y comenzar a indagar en el buen comer alentejano. La Adega Regional es apuesta segura.

 

Kayak. Acuaturismo idílico

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Acuaturismo idílico

Entre las infinitas posibilidades de alojamiento que ofrece el Alentejo, el glamping es una tendencia al alza. Y Azenhas da seda, en Pavia, ofrece esta maravillosa forma de estar en la naturaleza y la combina con actividades acuáticas como rafting, soft-canyoning, o incluso canoas a la luz de la luna. Solo diez tiendas con todas las comodidades conforman este exclusivo entorno levantado junto al río Seda en el que todo está cuidado al milímetro para pasar algunos de los momentos más relajantes. Privacidad, cama y mobiliario comodísimos (sí, ¡las tiendas tienen muebles y todo!), vistas a las estrellas desde el lecho, playa fluvial con tumbonas, una comodísima zona para almuerzos y parrilladas… Aquí no se escucha nada más que el fluir del río, el sonido de la chicharra y puede que se perciban balidos: son las ovejas, que a veces bajan a pastar junto al merendero. 

 

Restaurante. Sofisticación con Estrella Michelin

Foto: L'And Vineyards

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Sofisticación con Estrella Michelin

No todo son estampas típicamente rurales si te pierdes por el Alentejo. Muestra de ello es el sofisticado resort L’And Vineyards, muy cerca de la localidad de Montemor-o-Novo. Un retiro de arquitectura de vanguardia, diseño, spa, viñedos y alta gastronomía. Su restaurante, el único del Alentejo galardonado con una Estrella Michelin, ofrece una experiencia que resulta un viaje en sí mismo. No en vano los fiordos noruegos forman parte del currículum de su chef, José Tapadejo, y Escandinavia está presente en su propuesta culinaria. Alentejano de nacimiento, ha sabido conjugar sus influencias con la identidad, espíritu y naturaleza de los sabores de su tierra. El resultado: conceptos, elaboraciones y texturas cuidados al milímetro que merecen la pena ser armonizados con el maridaje de vinos que ofrece el equipo de sumilleres. Una oportunidad única, además, para probar una la las botellas de la escuetísima producción de L’And, que solo embotella 12.000 unidades al año. El carabinero con cilantro, apio y caviar del Menú Viaje es algo difícil de olvidar.

iStock-482675322. Un muchito de Patrimonio

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Un muchito de Patrimonio

Porque cada pocos kilómetros aquí hay siglos de historia, merece la pena parar en localidades que se ponen a nuestro paso. Lo primero que llama la atención de Arraiolos son sus casas perfectamente encaladas en blanco con detalles azulones. Pero esta localidad es conocida por sus fabulosos tapetes (alfombras en portugués). No es para menos: llevan confeccionándose allí desde el siglo XII, y hay restos arqueológicos que atestiguan la labor de tinte de lanas desde el siglo XVI. No solo hacia el suelo y hacia las hacendosas tejedoras hay que mirar aquí: echando la vista en alto se muestra imponente su castillo con muralla circular. Muy cerca de allí está Évora, denominada Ciudad-Museo Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y en la que ir cambiando de época a cada paso: murallas de finales de la Edad Media, un templo romano, una catedral gótica…

 

Alentejo. Y por el camino, una pausa para apreciar la naturaleza

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Y por el camino, una pausa para apreciar la naturaleza

Poderosa compañera de viaje en el Alentejo, la naturaleza en esta zona se muestra diversa y exuberante. Ese paisaje de coníferas variadas. Ese olor a eucalipto que entra con las ventanillas del coche bajadas. Esa hiedra que invade troncos y todo lo que encuentra a su paso. Esos mares de alcornoques despojados de sus cortezas (son increíbles los tonos que adquiere esa madera desnuda), uno de los productos naturales más característicos y que más riqueza dan al país luso… Pero, ¿qué ocurre? Es un banco de niebla de esos plomizos: ¡no olvidar las luces antiniebla en perfecto estado, que las nieblas momentáneas durante algunas horas del día son habituales! 


 

Vamos a la playa: Troia, Comporta y Melides

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Vamos a la playa: Troia, Comporta y Melides

Rumbo a la costa: cualquier playa es grandiosa desde Tróia hacia el sur. Pero ojo, que en esta zona se pierde momentáneamente la paz. Comporta es ahora uno de los parajes más famosos (y deseados) a nivel mundial. Cuentan que aquí se enganchó Madonna a pasear a caballo por la orilla del mar durante sus años viviendo en Portugal. Y que veranean desde princesas de Mónaco a diseñadores internacionales de primer orden. Pero que no cunda el pánico: Comporta es enorme y siempre hay arenales solitarios (e inmensos) con aguas cristalinas esperando a almas que buscan tranquilidad. Cualquier punto hasta la playa de Melides entra directo en cualquier ranking personal de mejores playas con toda seguridad. Y para coger fuerzas y proseguir el viaje, el restaurante Tía Rosa, en Melides. La especialidad de la casa es el pato en todas sus versiones, aunque su bacalháu com natas es sublime.

 

Rumbo a Vila Nova de Milfontes

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Rumbo a Vila Nova de Milfontes

Un buen puñado de idílicas localidades costeras marcan la diferencia con la siguiente parada en este viaje. Sines, recoleta población enclavada en el Cabo del mismo nombre; Porto Covo, con su disposición y arquitectura típicamente pombalina y que ofrece, entre otros refrescantes planes, un paseo en barco hasta la Ilha de Pessegueiro, o la magnífica praia do Salto (naturista)… Vila Nova de Milfontes, una pequeña población de hermosas calles, cuenta con animadas playas perfectas para deportes acuáticos y un bellísimo estuario en torno al que pasear, o incluso parar a comer con vistas. A Fateixa o el chiringuito A Choupana son dos elecciones ideales si lo que se pretende es disfrutar de las mejores especialidades y pescados a la brasa del Alentejo con vistas y a buen precio. Una visita a la praia de Malhão en busca de olas atlánticas siempre es recomendable.

Praia dos Alenteiros. Zambujeira do Mar

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Zambujeira do Mar

En pleno Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina se erige esta pequeña localidad, paraíso de surfistas y gente adicta a los viajes de mochileo. Sus playas asalvajadas y cortantes acantilados son el principal polo de atracción. Un lugar idóneo para iniciar un recorrido de senderismo por la Rota Vicentina, una espléndida ruta doble (por la costa o por el interior) desde la que divisar y sentir paisajes vírgenes repletos de la fuerza de la naturaleza alentejana. Imprescindible la praia dos Alteirinhos que, con buenos accesos tanto para aparcar como para descender al arenal, preserva su belleza natural. De camino es probable toparse con una finca vallada con cebras, avestruces y otros animales exóticos… Cosas que pasan en el impertérrito Alentejo.

 

Cataplana. Parada y fonda

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Parada y fonda

Lo de la buena gastronomía en el Alentejo es, junto con la facilidad para aparcar, los asequibles accesos a las playas y la limpieza de la naturaleza, una constante. Mariscos espectaculares como bogavante, langosta, nécora, buey de mar... Pescados sabrosos y fresquísimos como carapau (jurel), los besugos (un pescado más similar a la bacaladilla que al besugo), o las mismas sardinas, además de las lulas (calamar) o el polvo (pulpo). Siempre lo preparan bien, presumiendo de auténtica maestría a los mandos de una parrilla, o con elaboraciones sencillas y sabrosas como la cataplana, una especie de prima lejana del marmitaco o de la zarzuela de pescados. En el apartado carnívoro destaca la carne de porco à alentejana, un mar y montaña compuesto de dados de carne de cerdo con almejas, aderezado todo ello con aromas, especias y hierbas entre las que destaca el omnipresente cilantro. Los miles de tipos de quesos en tamaño ración unipersonal y los cientos de vinos que se producen en la zona completan un repertorio gastronómico sano, sabroso y saludable que da pena dejar atrás a la vuelta.

 

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