España, con más de 10 millones de hectáreas consideradas Zonas de Especial Protección (ZEPA), es uno de los mejores lugares de Europa para la observación de aves. De norte a sur, existen numerosos espacios catalogados y protegidos que son el hogar de grandes colonias o lugares de paso para las aves migratorias que cada año surcan los cielos de la Península en su perseverante busca de alimentos y temperaturas adecuadas para su procreación y existencia. Flamencos, cigüeñas, numerosas ánades, águilas y otras rapaces habitan los cielos de España y hacen que el turismo ornitológico vaya ganando cada vez más adeptos en nuestro país.