A finales de enero, los campos de Mallorca se tiñen de un suave color blanco, etéreo e impoluto. Es el inicio de la floración de los almendros que, como cada año, cambia el paisaje de la isla y le otorga una belleza especial. Las suaves temperaturas mediterráneas son las causantes de esta floración prematura que se alargará hasta finales de febrero. La forma de las delicadas flores del almendro varía según la variedad a la que pertenecen y su color va del blanco níveo al más puro rosado.
Los mejores lugares
Existen rutas que permiten disfrutar de este espectáculo natural a través de senderos a pie o en bicicleta. Aunque los almendros están presentes por toda la isla, hay dos zonas que destacan especialmente. La Serra de Tramuntana (paisaje cultural declarado en 2010 Patrimonio de la Humanidad) y el área centro-oeste, con las localidades de Marratxí, Bunyola, Santa María, Sencelles, Lloseta y Selva, es una de las más bellas. También los municipios de Manacor, Sant Llorenç y Son Servera, al este de Mallorca, están rodeados de campos de almendros.
La tradición de las almendras
Mallorca atesora unos 7 millones de almendros de variedades distintas, es por lo tanto uno de los cultivos más importantes de la economía de la isla y tiene diversas aplicaciones alimentarias y cosméticas. La introducción masiva del cultivo del almendro se produjo tras la aparición de la filoxera a finales del siglo XIX que diezmó las vides.
El sabor dulzón de las almendras mallorquinas y su textura untosa las convierte en un excelente aperitivo o postre ya sea al natural o tostada. La repostería tiene en en este fruto seco uno de sus ingredientes básicos: turrón, los «amargos», unas pastas secas a base de almendras, la preciadísima coca de almendra llamada «gató», hecha con almendra molida, azúcar, huevo y cáscara de limón rallado, y el típico licor de almendra, son algunas de las especialidades mallorquinas más tradicionales. En platos salados, los típicos «escaldums», muy populares en Mallorca, se acompañan de una salsa elaborada con almendras crudas. También es habitual encontrar en perfumería productos derivados de los frutos y flores del almendro.
La producción de la almendra de Mallorca se comercializa bajo la marca «Ametlla de Mallorca».