Visitar la Biblioteca Nacional de España siempre es una buena idea. Sus exposiciones están, junto a las programadas por algunos de los museos imprescindibles de Madrid, entre los planes destacados para hacer durante una escapada a la capital española. Para que os podáis programar con tiempo un viaje a Madrid, os avanzamos las exposiciones más destacadas de 2018 que podréis ver en la Biblioteca Nacional.
Digitalización del teatro español del Siglo de Oro
El Siglo de Oro es uno de los períodos clave en la historia del arte y de la literatura de España que va del Renacimiento del siglo XVI al Barroco del siglo XVII. Seguro que te sonarán algunos nombres: Francisco de Quevedo, Luís de Góngora, Lope de Vega, Calderón, Murillo (del que se celebrará la efeméride del IV centenario de su nacimiento hasta el 19 de marzo del 2019).
Pues bien, en otoño del próximo año, la BNE habrá culminado un importante trabajo de digitalización del fondo de teatro español del Siglo de Oro (el más importante del mundo). Con la digitalización, se pondrá al alcance de los interesados e investigadores, el fondo bibliográfico que custodia la institución. Tal logro merece una exposición en la que mostrará la relevancia del teatro clásico español como fenómeno en el contexto cultural de Europa.
La belleza de "COSMOS"
Pero antes, le tocara el turno a los grandes científicos de la historia, como Aristóteles, Arquímedes, Galeno, Ptolomeo, Copérnico, Kepler, Galileo, Descartes, Newton, Darwin, Pasteur, Ramón y Cajal…
Del 16 de marzo al 9 de septiembre de 2018, la Biblioteca Nacional de España mostrará algo más de 200 piezas, entre las que figuran las obras más destacadas de la historia de la ciencia. Destacan los Cuadernos de Leonardo, el viajero del Renacimiento, la fenomenal maqueta del Telescopio Herschel que Carlos III encargó para el Observatorio Astronómico de Madrid, o algunos mapas antiguos de gran belleza.
Juanelo, genio del Renacimiento
Desde el 8 de febrero hasta el 6 de mayo, Juanelo, genio del Renacimiento, trata la figura y el entorno de Janello Torriani, relojero del emperador Carlos I de España, y presenta obras de Leonardo Da Vinci, Herón de Alejandría, Arquímedes, Copérnico, Marco Vitruvio, Claudio Ptolomeo, Esteban de Garibay…
Juanelo Turriano (o también Janello Torriani, porque tenía lo mismo de español y de milanés) llegó a España en el año 1556 llamado por Carlos I para ejercer de fue Relojero de la Corte. Desde el 8 de febrero hasta el 6 de mayo, la exposición “Juanelo, genio del Renacimiento” nos permitirá redescubrir a este genial inventor del Renacimiento que construyó para el rey Carlos I dos famosos relojes astronómicos, el Mocrocosmo y el Cristalino, capaces ambos de señalar la posición de los astros en cada momento.
Dibujos de Rosario Weiss (1814-1843)
Otro genio desapercibido, el de Rosario Weiss. Esta exposición presenta más de un centenar de dibujos, estampas y pinturas de Rosario Weiss Zorrilla (Madrid, 1814-1843), que reivindican la figura de una gran artista que siempre quedó eclipsada por su su relación con Francisco de Goya.
Weiss fue una de las pocas mujeres que ingresó como académica en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y el 18 de enero de 1842 logró su máximo reconocimiento al ser designada como maestra de dibujo para Isabel II y su hermana, la infanta Luisa Fernanda. Aunque el cargo le duró poco, murió el 31 de julio de 1843, de la enfermedad romántica por excelencia en la época: el cólera.
Mil años de tebeos y un Egipto imaginado
La BNE con “Del Beato al Mecachís. 1000 años de tebeos” presentará del 27 de septiembre al 13 de enero de 2019, un interesante recorrido cronológico con el que se buscarán las conexiones entre los tebeos contemporáneos y los de mil años atrás.
Un mes después del cierre de la exposición dedicada a los tebeos, la Biblioteca Nacional nos llevará a Egipto de la mano de Giuseppe Verdi. En 1871, Verdi (1813-1901) estrenó en El Cairo la famosa ópera Aida, encargo del nuevo teatro construido por el virrey Ismail Pachá y basada en los trabajos del arqueólogo francés Auguste Mariette. La obra fue un total éxito y popularizó un Egipto que, con la apertura del Canal de Suez, se convirtió en todo un tópico de la época.