Las bibliotecas han dejado atrás la anticuada imagen de lugar de estudio y se han convertido en importantes espacios sociales dinamizadores. En esta progresiva adaptación, se han aliado con el diseño más revolucionario y muchas aparecen en el mapa de las ciudades como lugares fetiche del turismo cultural. Pero, más allá de lo espectacular de los conceptos y de la exhibición de arquitectura que hacen, hay que recordar que la clave de todo este asunto es, como dijo Malaia Yousafrai, que “un solo libro, un lápiz o un profesor pueden cambiar el mundo”. Pues bien, estas son las bibliotecas que ya están cambiando el mundo y los viajeros más bibliófilos lo saben.