Visitar Burgos es hacer un viaje en el tiempo hasta los orígenes de Castilla, el nacimiento de la lengua española y todavía más atrás. En el punto de partida hacia esas comarcas, antes de cruzar el Ebro desde el Burgos de los páramos, hemos visto surgir las dos estilizadas torres de la célebre catedral, con las filigranas concebidas por Juan de Colonia. Son una maravilla de riqueza y civilización que debieron impresionar también a los peregrinos del Camino de Santiago en la época medieval, tras sus jornadas por veredas, caminos, trochas y cañadas. Ya en el siglo XII, el geógrafo árabe Al-Idrisi escribe sobre Burgos:
Es una gran ciudad, atravesada por un río y dividida en barrios rodeados de muros. Uno de estos barrios está habitado particularmente por judíos. La ciudad es fuerte y acondicionada para la defensa. Hay bazares, comercio y mucha población y riquezas.