El otoño es más otoño en Cantabria. Lo es porque, entre otros motivos, es tiempo de magosta y de castañas. Y ya se sabe, que la castaña viste mucho esta estación del año que pide a gritos naturaleza y una buena chimenea encendida en la que calentarse las botas tras un paseo entre hayedos y robledales. En estas fechas, la naturaleza cántabra entrega algunas de sus estampas más bellas.