Es muy divertido: se entra por una abertura, se asoma por otra, se trepan varios peldaños esculpidos en la roca, se esquiva un agujero en el suelo, se atisba por una rendija, se brinca un escarpe, y así una vez tras otra. Capadocia está llena de formaciones naturales huecas, cuyo interior el hombre esculpió a su conveniencia.