El corazón de la Sierra Madre Occidental es un paraje árido, tan extremo que en cuando llueve, nieva, y cuando aprieta el sol se superan con facilidad los 44º. Una oscilación también geográfica, ya que en 200 kilómetros en línea recta se pasan de los 2.300 metros de sus montañas más altas a los 0 del nivel del mar. Este enclave, que comparten los estados de Chihuahua y Sinaloa, es una combinación de paisajes, mar y montaña, de dos culturas, tarahumara y yoremes, que sin haber construido pirámides permiten conocer otro México. ¿Cómo? A bordo de Chepe, un tren turístico que atraviesa barrancas, valles vertiginosos e hipnóticas planicies a través de 37 puentes y 86 túneles en un recorrido de más de 350 kilómetros.