La Selva Negra alemana, los grandes lagos del norte de Finlandia, los paisajes alpinos franceses, los Dolomitas italianos, así como la belleza del interior croata sorprenden en otoño con unos colores impresionantes y una vida muy activa. Es el momento de disfrutarlos dando largos paseos con temperaturas agradables, a la espera que la nieve los transforme con su manto blanco.