Meca de la arquitectura moderna

La 'Ciudad Prohibida' de Basilea abre (por fin) sus puertas

Novartis Campus es uno de los destinos arquitectónicos más deseados tras años en los que su visita estaba restringida.

Frank Gehry, Tadao Ando, Rafael Moneo, Álvaro Siza, Herzog & De Meuron, Sanaa (firma japonesa con Kazuyo Sejima y a Ryue Nishizawa)… La nómina de arquitectos que han plantado un edificio en el Campus Novartis es de vértigo. Pero no queda ahí la cosa, Richard Serra, Ulrich Rückriem, Jenny Holzer, Sigmar Polke o Dan Graham son algunos de los artistas que han colaborado instalando sus obras ahí. La suma de arte y arquitectura ha convertido el campus en la sede principal de Novartis en lugar de peregrinación de la arquitectura moderna

Hasta ahora, para ver las maravillas del Novartis Campus solo se podía hacer con las visitas guiadas que ofrecía quincenalmente la Oficina de Turismo de Basilea ofrece visitas guiadas quincenales. Pero, tal como ya anuncian en su página web, a partir de octubre de 2022, el público puede acceder a nuestros espacios exteriores, así como a ciertas áreas, como tiendas, cafeterías y restaurantes, durante el horario comercial (de lunes a viernes, de 07:00 h. a 19:00 h.).

 
Gehry Gebäude Davide Bonina DSC 5073

Foto: Basilea

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"La apertura de Novartis Campus es una evolución hacia una cultura más abierta, comunicativa y colaborativa. Se consolidará como un lugar de conocimiento, encuentro e interacción" (Matthias Leuenberger, presidente del país Novartis Suiza)

En cierta forma, el idilio que tiene Basilea con la arquitectura contemporánea y el arte -Art Basel se celebra cada año en septiembre y es una de las ferias de arte contemporáneo más importante del mundo- está concentrado en el Novartis Campus. Dentro del plan estratégico de inversión en investigación y desarrollo (I+D), esta multinacional farmacéutica apostó por desarrollar los terrenos que ocupaba su sede originalmente desde 1886. Para tal propósito contaron con el arquitecto Vittorio Magnago Lampugnani, quien se ocupó del desarrollo de un ambicioso ‘master plan’ enfocado a cambiar la fisonomía topográfica de este rincón de la ciudad. El campus de Novartis es una ciudad dentro de la propia ciudad. Su cuadrícula ortogonal recrea calles, plazas y parques, hay restaurantes, cafés y tiendas según un urbanismo de claro estilo racionalista que contrasta con la diversidad que aportan cada uno de los arquitectos.

Novartis+Campus+Basel

Los primeros edificios terminados fueron los diseñados por Diener y Diener, Peter Märkli y SANAA, así como el pabellón de entrada, a cargo de Marco Serra. El Pabellón Novartis, diseñado por AMDL CIRCLE y Michele De Lucchi, ha pasado a ocupar una posición central en el damero del campus. Se trata de un óvalo futurista que aloja en su planta baja un café, una sala de conferencias, una sala de estudio e investigación y un salón de bienvenida, además de una exposición permanente, “Maravillas de la medicina”, en la parte superior.

Mucho más funcional es el edificio para laboratorios que ha firmado el español Rafael Moneo. Máxima discreción para cumplir escrupulosamente con los objetivos de la farmacéutica, aunque con más de un guiño de atrevida inspiración en colaboración con la artista Katharina Grosse. En la misma línea, el edificio de Álvaro Siza que mira hacia el Rin o el ultratransparente laboratorio de Tadao Ando, en el extremo norte del campus, flanqueando la plaza donde se ha instalado la escultura de Richard Serra Dirk’s Pod. Mucho más radical es el edificio diseñado por Frank Gehry, frente al que se ha desarrollado Green, un híbrido de plaza y parque urbano. En definitiva, el conjunto es una pequeña antología de arquitectura contemporánea.