Ciudades medievales de Flandes

Una ruta en Navidad desde Brujas hasta Amberes

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JOCHEN TACK / ACI

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Amberes

La Grote Markt se convierte en el centro neurálgico de la ciudad (Antwerp en flamenco) durante las fiestas de Navidad.

TOBIAS RICHTER

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Brujas

Los paseos en barco circulan junto a los muelles donde antiguamente se decidía el comercio mundial del paño.

KEIRSEBILCK PATRICK / AGE FOTOSTOCK

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Damme

Los molinos de viento sobresalen entre los campos y ríos nevados, una de las estampas más típicas del paisaje flamenco invernal.

AGE FOTOSTOCK

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Templos del arte

El Museo Groeninge de Brujas y el Real de Bellas Artes de Amberes exponen las mejores colecciones de arte flamenco. El primero alberga obras de Jan van Eyck –junto a estas líneas, La Virgen del canónigo Van der Paele– y del Bosco –El Juicio Final– entre otros muchos artistas. El segundo exhibe pinturas de maestros del siglo XVII como Rubens y también del XX, como el impresionista Rik Wouters.

TOBIAS RICHTER / GTRES

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Gante

El puerto medieval agrupa las antiguas sedes gremiales, cuyas fachadas están decoradas con relieves que las identifican.

GIOVANNI BETOLISSIO / GTRES

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Amberes

La Estación Central (1905) se halla en medio del distrito donde están la mayoría de tiendas de diamantes.

GÜNTER GRÄFENHAIN / FOTOTECA 9 X 12

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Amberes

El mercadillo que se instala en la Grote Markt está rodeado por el Ayuntamiento o Stadhuis y magníficas casas gremiales.

BOTOND HORVÁTH

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Lovaina

Su Universidad Católica es una de las más antiguas de Europa.

Mapa: BLAUSET

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Seis ciudades inolvidables

1 Brujas. Esta ciudad medieval surcada por canales tiene dos plazas principales: la plaza del Markt, donde se erige la torre Belfort, y la del Burg o del Ayuntamiento.  
2 Damme. La travesía desde Brujas siguiendo el canal Damse Vaart conduce hasta esta localidad medieval, con molinos de viento en sus alrededores.  
3 Gante. Visitar el castillo y pasear por el puerto de Graslei y el Korenmarkt es como viajar al pasado.
4 Amberes. Segunda ciudad en tamaño de Bélgica, conserva el encanto de su época dorada como centro del comercio textil y de diamantes.
5 Malinas. El mercadillo de su Grote Markt, donde se erige la catedral, es uno de los más animados.
6 Lovaina. En las plazas Oude Markt y Grote Markt se concentran los edificios medievales más destacados.

 

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Brujas en Navidad se cubre de nieve, se enciende con cientos de luces y se cuaja de mercadillos y de coros que cantan de plaza en plaza. Subir hasta lo alto de la torre de la catedral para asistir al momento en que se ilumina la silueta de la ciudad es algo mágico. Desde esa altura se ven los canales de orillas blancas reflejando las luces de las casas gremiales, y se oye el murmullo de la gente paseando entre los puestos de adornos y dulces navideños.

Marcada por sus puentes y canales, Brujas es la más septentrional de las principales ciudades de Flandes y la primera de un itinerario que, en trechos de entre 20 y 50 kilómetros, conduce a Gante y Amberes primero y a Malinas y Lovaina, después. Todas comparten una fisonomía suntuosa, surgida del comercio y no del poder político como sucede en otros núcleos medievales de Europa.

Brujas es donde más se percibe la vida artesanal y mercantil de los siglos XIV y XV: la disposición de las plazas, la altura de la torres, los canales, las sedes gremiales, la muralla que la rodea... La ciudad entera habla de su pasada riqueza como puerto y centro manufacturero; también de su declive, cuando el cauce del río Zwyn se encenagó y el tránsito marítimo al mar del Norte quedó detenido.

Aquella antigua red de vías fluviales es hoy uno de los mayores atractivos de Brujas. En invierno la que ofrece la panorámica más original es el canal Damse Vaart, que a lo largo de siete kilómetros recorre paisajes helados y bellísimos hasta la medieval Damme.

Las nubes de Flandes

Dejar Brujas para dirigirse a Gante es una excusa perfecta para recordar Marieke (1961), la hermosa canción de Jacques Brel. El trayecto de 55 kilómetros está marcado en su principio y fin por torres que, como dice Brel, «colorean el cielo»; el camino, llano y recto, invita a alzar la vista para ver esas nubes bajas que caracterizan al Flandes invernal. Surcada por dos ríos, Gante es el centro industrial de Flandes Oriental y la ciudad belga con más edificios históricos: el Castillo de los Condes de Flandes; el puerto medieval de Graslei con el puente sobre el río Leie (Lys en francés), que da al Korenmarkt (Mercado del Grano); y, en la misma zona, la iglesia de San Nicolás, la torre Belfort y la catedral de San Bavón.

Gante goza, además, de una intensa vida cultural, de ahí que se la conozca como la «ciudad de los festivales». En época navideña tiene lugar el Festival de Luz, que llena las noches de fuegos artificiales y de luces aplicadas a detalles arquitectónicos.

Gante es el centro industrial de Flandes Oriental y la ciudad belga con más edificios históricos

Poco más de media hora en tren separa Gante de Amberes, una ciudad hasta la actualidad modelada por la actividad comercial. Con su majestuoso puerto, el segundo de Europa, está llena del encanto de otro tiempo y de rincones que reservan sorpresas maravillosas: la plaza de Hendrik Conscience, junto al río Escalda, con la iglesia de San Carlos Borromeo; el Museo de la Tipografía Plantin Moretus, en el cercano mercado del Viernes; la casa donde vivió Pablo Rubens (Rubenshuis); la Plaza Mayor y la Catedral de Nuestra Señora, declarada Patrimonio de la Humanidad... Y a la vez, la ciudad de Amberes es un enorme y laberíntico centro comercial que bulle de actividad. En menos de un kilómetro a la redonda de la magnífica Estación Central que mandó erigir el rey Leopoldo II, se concentran infinidad de tiendas de moda, chocolaterías, almonedas, anticuarios, restaurantes y, por supuesto, joyerías. Un conjunto vibrante, coloreado y cubierto de luces en Navidad.

Palacios y chocolate

Un paseo de 15 minutos conduce al centro histórico de Amberes, donde se hallan la Rubenshuis y el Palacio de Meir. Antigua propiedad de Napoleón, de Leopoldo II y del gremio de cerveceros, la residencia de Meir atesora cuadros, tapices, muebles de época y, desde hace poco, una tienda con infinitas variedades del mejor chocolate. En Navidad toda esta escenografía se ilumina y decora, y los mercadillos tradicionales invaden las plazas. Es una buena idea pasar por el del Grote Markt (el viejo mercado y plaza mayor) y comprar el tradicional kerstrol, un bollo navideño relleno de frutas escarchadas, o las típicas antwerpse handjes o manitas de galleta y chocolate.

Malinas se localiza a 20 kilómetros, equidistante entre Amberes y Bruselas. Cabeza eclesiástica de Bélgica y capital de los Países Bajos en época de los duques de Borgoña, Malinas (Mechelen) se estructura en torno al Gran Mercado o Grote Markt, corazón social y comercial en sus días de esplendor (siglos XV y XVI). En torno a ella se encuentran el Ayuntamiento, la Catedral de San Rumoldo y el Palacio de Margarita de Austria, tía de Carlos I de España y V de Alemania, quien vivió en él hasta los 17 años. En Navidad, los mercadillos venden maneblussertjes, unas galletitas en forma de media luna cubiertas con chocolate, y cerveza de Navidad o kerstbier, de sabor afrutado y con notas de canela.

La última etapa del viaje es Lovaina. Sede de una de las universidades más antiguas de Europa, la ciudad se sumerge en el festival Wintertijd in Leuven (Tiempo de Invierno). Cuajada de luces, tiene dos mercadillos navideños muy concurridos en la Oude Markt y la Grote Markt, y un Ayuntamiento que es un magnífico ejemplo del gótico flamígero. Una sopa de invierno o un vino caliente serán el reconfortante final de la ruta por Flandes.

PARA SABER MÁS

Documentos: DNI.
Idiomas: flamenco, francés y alemán.
Moneda: euro.

Cómo llegar: El aeropuerto de Bruselas recibe vuelos de varias ciudades españolas. Bruselas, Gante y Lovaina tienen trenes directos al aeropuerto.

Cómo moverse: El tren es una excelente alternativa al coche para visitar las «Ciudades de Arte»: Bruselas, Brujas, Gante, Amberes, Lovaina y Malinas. Las distancias entre ellas son de entre 25 y 50 km. En los centros urbanos lo mejor es desplazarse a pie o en bicicleta. Existen abonos para viajar en tren y en los transportes públicos urbanos.

Alojamiento: El distintivo De Groene Sleutel (Llave Verde) es para los hoteles y bed & breakfast ecológicos. Los alojamientos para ciclistas tienen también una señalización propia.

Turismo de Flandes