En Colombia convergen muchas corrientes: las del Pacífico y del Caribe, pero también las trazadas por las raíces indígenas, la ocupación colonial, el comercio de esclavos africanos, el cultivo, de su preciado café o la guerra contra el narcotráfico. Colombia disfruta, además, de un crisol de ecosistemas naturales que la convierten en un destino desbordante que puede descubrirse fácilmente en un viaje que desde los Andes avance hasta el mar Caribe. Hoy en día, Colombia es abundancia, carácter y pulsión, tres elementos que se encuentran combinados o por separado, pero siempre de forma intensa.