El 26 de agosto de 1881 por la mañana, el rey Alfonso XII se dio un baño en la playa de Comillas tras preguntar a los lugareños, caminar hasta allí y nadar de forma admirable, según afirman varios testigos. Si se sabe todo esto es gracias a una corta crónica de un periodista enviado por el periódico La Correspondencia de España para cubrir la estancia del rey, que llevaba desde el 6 de agosto en la villa.
Esa es la fecha que todos recuerdan como el principio del cambio. A partir de la primera visita regia -el rey debió disfrutar tanto que repitió en julio del año siguiente- todo fue diferente en Comillas. Y el artífice de que aquel pueblo se convirtiera en un destino rabiosamente de moda fue uno de esos personajes de vida novelesca que de vez en cuando surgen en la historia, Antonio López y López. A pesar de sus apellidos, fue el primer marqués de Comillas.