Las reminiscencias del siglo pasado siguen presentes en esta ciudad moderna e industrial, y al pasear por sus calles es fácil reconocer su pasado de influencia china, árabe y holandesa en los diferentes barrios, recintos religiosos y plazas. 1920 A principios del siglo XX, Surabaya empezó a despuntar como capital y motor económico del oriente de Java , la región menos poblada de la isla. Al mismo tiempo, aún se vivía plácidamente en esta ciudad surcada de sur a norte por el río Pegirian. Los aldeanos se bañaban en sus aguas limpias y por ellas transitaban barcazas que salían a pescar o a vender y comprar en mercados flotantes. Desde el siglo XV, los puertos de Java habían sido clave en las rutas marítimas por Asia , dominadas primero por árabes, y luego por chinos, portugueses y holandeses. Estos últimos se asentaron en Surabaya en 1743 con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, cuya autoridad prevaleció hasta las primeras revueltas contra los colonos del siglo XX. En 1949, Holanda devolvió la soberanía a Indonesia. 2017 Surabaya es una ciudad moderna e industrial con trazas de influencia china, árabe y holandesa. Un punto de partida para recorrerla es la plaza del Puente Rojo, hoy rodeada por edificios de estilo colonial. Al sur, el barrio Chino cuenta con cientos de pequeños negocios, puestos de comida y el mercado Pasar Pabean, donde se puede comprar desde alimentos a porcelana. Allí destaca el templo Kong Co Kong Tik Cun Ong, principalmente de culto budista. En el Barrio Árabe se preserva la mezquita Mesjid Ampes y un bazar repleto de perfumes y telas. La visita debe incluir el canal de Kalimas , surcado por tradicionales pinisi (veleros de dos mástiles) que llevan mercancías y realizan paseos fluviales. Al fondo se alarga el puente atirantado de Suramadu que, con 5,4 km, es el más largo de Indonesia.