Una antigua cetárea de finales del siglo XIX -un vivero de crustáceos que se alimentaba de forma natural con agua del mar-, en el pueblo asturiano de Tapia de Casariego, se ha ganado un justificado hueco entre las playas más bellas de Asturias. Lo ha hecho con una combinación perfecta de diversión, sostenibilidad arquitectónica y buen gusto.
Una piscina natural entre algunas de las mejores playas asturianas
El pasado ballenero de Tapia de Casariego se puede sentir aún en el ambiente. Con la bajamar, la playa de Anguileiro, La Furada y San Blas se unen formando uno de los más bellos arenales de la Costa Occidental de Asturias. La playa de Anguileiro, también conocida como La Grande es la joya de la corona.

Las playa de Tapia de Casariego son un gran atractivo en la Costa Verde | Foto: shutterstock
Aquí es fácil ver la bravura del cantábrico, que se revuelve espumoso a los pies del acantilado. Es lo que tienen estas playas: son todo belleza, pero también tienen su parte salvaje. De ahí que la existencia de la piscina de agua salada de Tapia de Casariego sea una bendición cuando el mar se muestra indomable incluso para los surferos que acuden a la Costa Verde a la búsqueda de buenas olas.
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Recorriendo el paseo verde, sobre los acantilados, hacia el mirador de Os Cañois, uno puede imaginar la ancha estela que dejaban en el mar el paso de aquellos antiguos balleneros que salieron de su puerto. Y justo antes de llegar, se encuentra la piscina.

Puerto de Tapia de Casariego | Foto: shutterstock
La cetárea se encontraba en abandono desde hacia mucho tiempo, aunque conservaba su foso, el muro de piedra que escoltaba el camino de acceso y las plataformas sobre las rocas para las antiguas construcciones de la instalación. Hoy, tras el proyecto del arquitecto Jovino Martínez Sierra del 2010, la cetárea se ha convertido en una bella piscina. Una reciente intervención ha servido para reacondicionar la infraestructura.
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Arquitectura y paisaje
Situada al pie de un acantilado, en el paseo de la Guardia, la intervención alteró al mínimo el lugar. La senda desciende revestida de madera mediante rampas y escaleras hasta la zona de baño y solárium, integrándose en la topografía rocosa del enclave y conservando el horizonte natural. "La belleza y la potencialidad del lugar determinó una intervención en la costa cantábrica generando nuevos vectores y formas de relación, convirtiendo el suelo y plataformas en superficies y movimientos que posibilitan otra forma de relacionarse con el paisaje". dijo Martínez Sierra al describir el proyecto.

Atardecer sublime en la costa asturiana | Foto: shutterstock
El nuevo espacio generado revitaliza un lugar degradado. Donde antes solo había abandono, ahora hay un lugar para la diversión. Basta ver a los críos saltar en bomba desde el borde de la zona de baños. El acceso es gratuito y a la calidad del agua del mar se une la ausencia de la arena que luego llena se engancha en la ropa, así que todo son ventajas.
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El flujo de entrada y salida del mar se realiza a través de un sistema de compuertas que permite la renovación continua del flujo del agua y que se acciona manualmente. Explican en Tapia de Casariego que Antonio Alonso Bedia «Toño del Moderno» contó que había que darle 1400 vueltas al mecanismo de llenado y vacío. Un proceso que se hace con ayuda de las mareas. “No sabía que me querían tanto”, dijo precisamente Alonso Bedia cuando se inauguró la piscina, que tiene el nombre de este socorrista y pionero del surf como homenaje.
MÁS INFORMACIÓN
Piscina Antonio Alonso Bedia «Toño del Moderno»
Dirección
C. Francisco González Villamil, 44, 33740 Tapia de Casariego, Asturias
Precio
Entrada libre