La ciudad italiana de Curon emerge de las aguas 70 años después

Tras la unificación de dos lagos y la construcción de una presa, la ciudad quedó anegada hasta que, hace unas semanas, se drenó el agua para reparar el embalse.

Hace 70 años, en dos pequeñas poblaciones de la provincia de Tirol del Sur, en Italia, centenares de residentes tuvieron que hacer las maletas y marcharse de sus casas. El motivo: un proyecto que el Estado italiano concedió a la empresa Montecatini en el 1939 para construir una presa en el lugar. Para ello, la hidroeléctrica debía unificar los lagos de las poblaciones de Curon y Resia, separados por una franja de tierra, para dar lugar al lago Resia, que inundó ambas localidades.

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Desaparecida bajo las aguas

Durante la Segunda Guerra Mundial el proyecto de la hidroeléctrica se enfrió, pero un año después de finalizar el conflicto, la empresa lo retomó. Curon y Resia, cuya construcción se remonta al siglo XIV, se situaban en las orillas de ambos lagos, con lo cual la subida de 22 metros del nivel del agua anegó las dos poblaciones totalmente en 1950. Lo peor de esta situación fue que, años después, el proyecto de la Montecatini se abandonó para apostar por otras formas de obtener energía, pero la situación del pueblo ya no tenía remedio.

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Una población fiel al lugar

Desde entonces, las dos poblaciones se reconstruyeron en una zona más alta con vistas al lago bajo el que se encontraban sus pueblos natales. Una veintena de familias se negaron a irse mucho más lejos y construyeron en la orilla sus casas y un nuevo templo. Durante décadas, lo único que quedaba de Curón era el recuerdo y el campanario, conocido como Il Campinale Sommerso, sobresaliendo del agua.

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El recuerdo que emerge del lago

Hace unos meses comenzó a drenarse el lago para reparar el embalse, que presentaba algunas fisuras, y poco a poco fueron apareciendo las ruinas de las 160 casas de Curon en las que vivían alrededor de 900 personas antes de la construcción de la presa. Aunque el lago estaba totalmente seco en abril, no fue hasta unas semanas más tarde que se supo, cuando se aflojaron algunas restricciones de movilidad por el Covid-19 y los visitantes compartieron imágenes en las redes sociales. Aunque la reaparición de Curon es una buena noticias para los turistas y los antiguos habitantes del pueblo, tiene fecha de caducidad. El esqueleto que ahora ha salido a la superficie no tardará en volver a desaparecer, pues la compañía hidroeléctrica ya ha comenzado a retornar el agua al lago, que en cuestión de semanas volverá a esconder el pueblo de Curón, quien sabe si para siempre.

iStock-1279817092 copia. Un pueblo con mucho encanto

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Un pueblo con mucho encanto

El lugar, un entorno perfecto para realizar actividades como kitesurf, vela, ciclismo, senderismo o esquí, entre otros, recibe miles de turistas al año en cualquiera de las estaciones. Antes de llegar a las orillas del lago Resia, los visitantes pueden acercarse a las fábricas de chocolate y de queso que se encuentran de camino, además de alojarse en los pequeños hoteles de la zona y visitar otras atracciones históricas de la región. Otro de los atractivos del lugar es la serie de Netflix que lleva el nombre del pueblo y que se inspiró en él. La producción, con una trama de misterio paranormal, trata sobre una mujer que vuelve a Curón con sus dos hijos, tras lo que comienzan a darse sucesos inexplicables. Otro aspecto menos conocido del pueblo es que fue el primero en ser aplastado por Mussolini y aquello generó una veneración por Hitler tras su invasión del país.

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