De polo industrial a barrio creativo: así es el nuevo imprescindible de Brooklyn

Una ciudad dentro de otra

La historia de la familia Sahadi es la de muchos inmigrantes de Oriente Próximo que llegaron a la Gran Manzana entre 1880 y las primeras décadas del siglo XX. Una historia que coincide en el tiempo con la creación de Industry City. Fundada en 1895, comenzó como un enorme centro de fabricación y distribución llamado Bush Terminal, que transformó Brooklyn en un importante puerto marítimo internacional. Rápidamente, se convirtió en un espacio ideal para los minoristas de la cercana Manhattan.

Industry City prosperó desde el principio, sobre todo gracias a su independencia del resto de la ciudad, a sus precios más bajos y a tener facilidades como su propio cuerpo de policía, bomberos e incluso red ferroviaria. En el apogeo de la Revolución Industrial, casi 25.000 trabajadores encontraron empleo en Industry City aprovechando estos servicios y creando lo que se conocería como un imperio para la creación y la innovación.

Sin embargo, su importancia disminuyó en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en la década de los 60, cuando la fabricación urbana entró en declive. El lugar inició un período de decadencia que duraría medio siglo. Hasta que en 2013 conseguiría volver a posicionarse como un espacio industrial pionero gracias a Belvedere Capital y Jamestown, el promotor que creó el Chelsea Market, y a una inversión de 450 millones de dólares. Sin embargo, las voces contrarias no tardaron en aparecer debido a la revalorización del terreno que supuso su reforma en un barrio que se había formado con la llegada de inmigrantes procedentes de América Latina y de Asia.

En ese momento, el barrio también acogió una gran población finlandesa que fundó algunos de los primeros edificios cooperativos de Nueva York. Este cooperativismo sigue presente en Industry City, donde sus residentes comparten los 16 edificios que acoge este espacio revolucionario de Brooklyn. 

Una comunidad creativa En Sunset Park

Según el Director General de Industry City, Andrew Kimball, "la gente quiere volver a fabricar cosas", e Industry City es una ventana para fabricantes, artesanos y diseñadores de todo tipo. Aquí decidió aterrizar la última generación de Sahadi's con una propuesta diferente, adaptada a las necesidades del nuevo lugar, junto a medio millar de empresas más.

Como antaño, Industry City alberga todos los eslabones de la cadena de suministro, desde espacios de fabricación e instalaciones de almacenamiento hasta estudios de producción y centros de distribución. Para el visitante, estos almacenes se muestran como un espacio de ocio, con un gran jardín con restaurantes y bares y tiendas de comida y otros productos como vinilos y libros en la planta baja. Arriba, continúan con talleres de joyas, muebles y decoración, incluso con una peluquería y un estudio de tatuaje. 

Arte por todos los rincones

El campus también cuenta con sus propias galerías de arte, incluso al aire libre. The Collision Project se ha establecido allí para promover la colaboración entre artistas de diversas ramas. Grafitis, instalaciones visuales y performances conviven en un mismo espacio. Ya sean emergentes o de renombre internacional, varios artistas dejan su huella en Industry City. Durante la noche, sobre todo en primavera y verano, los conciertos se adueñan del jardín principal, donde disfrutar de la calma de Sunset Park con una copa y escuchando las voces de artistas locales. 

Con la intención de incluir a los vecinos y visitantes en todos sus procesos, cada día se organizan talleres, clases de yoga, concursos de petanca, sesiones de cine y actuaciones de comedia, entre muchas otras actividades.

Un balcón frente al mar

El barrio de Sunset Park, además, es una ventana a la bahía de Upper New York y al skyline de la ciudad. Las vistas mejoran todavía más desde alguna de las habitaciones del Wyndham Garden Brooklyn Sunset Park que, desde que abrió sus puertas en 2016, se ha posicionado como referente para quienes quieren conocer el barrio y el resto de Nueva York, ya que cuenta con conexión con las líneas N, R y D del metro. Ubicado a escasos 10 minutos a pie de Industry City, en 2021 se convirtió en el octavo mejor hotel de Brooklyn por los Premios Stella. Esto se debe, en parte, a sus esfuerzos por respetar el medio ambiente y a todas las facilidades con las que cuenta, entre las que se encuentra la de aceptar animales.