Suele decirse que la realidad supera a la ficción. En el caso del Monte Athos, pocos lo dudan. ¿Cabe imaginar, en pleno siglo XXI, un territorio cuatro veces mayor que Formentera donde las mujeres tienen el acceso vetado? Al norte del Monte Olimpo y al este de Tesalónica se extiende la península Calcídica, como la cola de una estrella de Belén incrustada en un flanco de Grecia. El más oriental de sus tres brazos configura la península del Monte Athos. Se trata de un territorio boscoso, pródigo en manantiales, vertebrado por una loma que serpentea a 800 metros de altura y culmina en una afilada pirámide de granito que asciende vertiginosamente desde el mar.