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Los destinos para evadirse este mes de julio

Ahora que el desconfinamiento es una realidad, estos destinos se presentan como un plan irresistible.

El verano llega con fuerza, y más teniendo en cuenta que supone el final de esta extraña primavera. Por eso, los contenidos del próximo mes de Viajes National Geographic son una invitación a recorrer comarcas de España absolutamente fascinante y, también, viajar con la mente o preparar el próximo gran viaje a Indonesia o a Francia. Todo es una cuestión de actitud. 

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iStock-1127897136. Cádiz y su costa

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Cádiz y su costa

Las marismas de Doñana son un magnífico inicio para un viaje a lo largo del litoral gaditano, esa Costa de la Luz mecida por el oleaje del Atlántico y los vientos que circulan por el estrecho de Gibraltar. La gastronomía y la playa son los protagonistas de esta ruta, por eso es recomendable empezar en el parque de Doñana y darse un baño de naturaleza paseando por sus bosques o sus lagunas a la caza fotográfica de flamencos o del esquivo lince ibérico. Navegar por el Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda, comer pescado a la parrilla y después visitar la vital Jerez de la Frontera para disfrutar de un espectáculo de caballos cartujos puede ser un magnífico plan para pasar los primeros días del viaje. La ciudad de Cádiz, con su casco antiguo instalado sobre una península con forma de punta de flecha, ofrece más actividad cultural y gastronómica a poca distancia de arenales soleados y reservas naturales que abarcan islotes solitarios que aún frecuentan los pescadores. De ahí hacia el este se extiende un rosario de localidades que ofrecen lo mejor de esta costa: playas largas y calas recoletas como las de Rocha, dunas salvajes como las de Tarifa y olas, grandes olas que llenan el horizontes de las multicolores velas de los kitesurf.  Mientras, las ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia permanecen impasibles al tiempo y al viento del Atlántico.

iStock-1219199209. El Empordà

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El Empordà

El onírico y rocoso paisaje del Cap de Creus es ideal para entender por qué el litoral gerundense recibe el nombre de Costa Brava. Sin embargo, el viaje que recorre de norte a sur las comarcas del Alt Empordà y el Baix Empordà descubre que esta es una tierra de contrastes, brava pero también dulce y plácida, sacudida por la tramuntana y acunada por el Mediterráneo. Desde el pueblecito encalado de Cadaqués al golfo de Roses y de ahí al macizo del Montgrí, y después la medieval Begur y, ya por fin, los pequeños puertos de Palafrugell. En esta ruta se descubren calas escondidas entre acantilados por los que se descuelgan pinos equilibristas, arenales enmarcados por marismas y arrozales, el paraíso submarino de las islas Medes, los restos de la ciudad griega y romana de Emporion, y pueblos medievales rodeados de olivos y alcornoques. Paisaje mediterráneo en estado puro.

iStock-535553277. Asturias

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Asturias

Un gran viaje por uno de los territorios más diversos de nuestro país: montañas míticas, playas entre acantilados, gastronomía, pueblos marineros y tres ciudades de gran vitalidad artística: Oviedo, Gijón y Avilés. De este a oeste y de la costa al interior, esta tierra reúne una increíble paleta de colores, texturas y aromas que invitan a ser descubiertos a pie, en bicicleta o en coche. El Parque Nacional de los lagos de Covadonga y los Picos de Europa puede ser una magnífica primera etapa para tomar el pulso de las altas cumbres asturianas. A continuación, nada mejor que acercarse a la costa, descubrir calas solitarias, practicar surf, andar junto a acantilados… El litoral del Cantábrico y sus pueblos marineros regalan un refrescante baño de cultura tradicional y naturaleza que continúa e incluso se intensifica tierra adentro. Los valles de Somiedo y los de los Oscos, con sus lomas tapizadas de prados y bosques, sus cabañas de pastor y las sendas que unen sus aldeas abren al visitante las puertas a un mundo ajeno a las prisas, inmerso en la naturaleza.

shutterstock 100927660. Cuenca y su serranía

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Cuenca y su serranía

La ciudad de Cuenca es el epicentro de una región de insólita belleza. Sus Casas Colgadas asomadas a la hoz del Huécar inauguran la lista de enclaves que dejan asombrado al visitante. A partir de ahí, las sorpresas se suceden una tras otra. La Ciudad Encantada y después Las Majadas inauguran la sección de tesoros geológicos en una zona en la que abundan las cavidades kársticas, los ríos subterráneos y los barrancos. El agua guía nuestros pasos a través de cursos por los que es posible descender en piragua o a pie, nacederos como el del río Cuervo, declarado Monumento Nacional, o la playa del río Escabas. El parque Natural del Alto Tajo y la reserva del Hosquillo completan esta ruta circular que promete emocionar con paisajes de fantasía en roca y con una sabrosa gastronomía.

iStock-1081907012. Valle del Loira

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Valle del Loira

Entre las ciudades de Orleans y Saumur, el río Loira se abre paso por un paisaje de viñedos, ciudades medievales y palacios que parecen salidos de un cuento. Reyes y reinas, genios como Leonardo da Vinci, nobles y filósofos enriquecieron este fértil valle francés con sus mansiones y jardines, con sus fiestas y su vida cortesana. El resultado es una ruta con multitud de alicientes. La visita a los castillos se puede completar con rutas en bicicleta junto al río, degustación de vinos, paseos en barca tradicional por el Loira o sus afluentes, entrar –y también comer o dormir–en la majestuosa abadía de Fontevraud, conocer los restaurantes y hoteles en casas cueva, o perderse por los mercados tradicionales en las plazas de las localidades ribereñas. Sin duda el Valle del Loira es uno de los enclaves más hermosos y entretenidos de Francia.

iStock-489761774. Indonesia

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Indonesia

Selvas y una espiritualidad ancestral se alternan en el viaje por las islas de Java, Bali, Flores, Lombok y Komodo, un edén cultural y natural en pleno Océano Índico. Con 17.508 islas, Indonesia es un caleidoscopio de etnias y culturas, de fauna y flora, que con el dragón de Komodo nos remonta a la época de los dinosaurios y con sus espectaculares volcanes, a los azufres de las entrañas de la Tierra. Además de playas donde surfear y fondos marinos de excepcional biodiversidad, Java y Bali reúnen santuarios (Borobudur o Besakih, por ejemplo) y tradiciones (teatro de marionetas, danzas, peregrinaciones…) de gran valor artístico. Flores, Lombok y Komodo tienen menos afluencia de visitantes y aún preservan intactos muchos de sus rincones naturales.

iStock-478255608 (1). Burgos

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Burgos

Las torres de la catedral gótica despuntan en el cielo de Burgos, una ciudad repleta de curiosidades históricas y rodeada de un paisaje fértil de ribera, entre los montes leoneses y las llanuras castellanas. Situada a poca distancia del yacimiento prehistórico de Atapuerca, etapa del Camino de Santiago y antigua capital del reino unificado de Castilla y León, Burgos atrae hoy por su patrimonio monumental y también por sus paseos junto al río Arlanzón, sus restaurantes de cocina tradicional y el fascinante Museo de la Evolución Humana.

iStock-1135464857. Ecoturismo en el Pirineo de Lleida

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Ecoturismo en el Pirineo de Lleida

Una escapada entre valles y montañas para disfrutar de actividades en plena naturaleza y de un patrimonio único. La localidad de Sort es un buen punto de partida para acceder a la alta montaña de Lleida, un territorio indómito en el que miles de años de presencia humana han legado un rico patrimonio material e inmaterial, y han modelado una inmensa diversidad paisajística. Ráfting en Llavorsí, travesías y escalada en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, ascensión a la Pica d’Estats, degustación de quesos y visita a iglesias románicas en los valles de Àneu… Las posibilidades para disfrutar de actividades culturales y activas en solitario o en familia son numerosas a lo largo de todo el año, de verano a invierno y de invierno a verano.

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