Pirineo de Girona
La cordillera pirenaica despliega un variado abanico de paisajes y patrimonio monumental en su extremo más oriental, en la provincia de Girona. El viaje desde la soleada comarca de la Cerdanya hasta el parque natural del Cap de Creus discurre por pueblos y prados de montaña, cumbres que son el paraíso de alpinistas y esquiadores, valles remotos, cascadas y tierras volcánicas tapizadas de bosque.
Además de naturaleza, esta porción del Pirineo es rica en tesoros artísticos, como el monasterio románico de Ripoll, el santuario de Santa Maria de Montgrony o Sant Pere de Roda, con magníficas vistas del Mediterráneo. Entre las joyas culturales también se pueden contar poblaciones singulares, como Castellfollit de la Roca, emplazada en lo alto de un acantilado, o el pueblo pescador de Cadaqués.
El invierno es la estación ideal para descubrir no solo escenarios perfectos para los deportes de nieve (esquí nórdico o alpino, excursiones con raquetas o con esquís de travesía), sino también para disfrutar de una gastronomía sabrosa y reconfortante, con aroma a bosque o a mar, depende de la comarca en que nos encontremos. El Pirineo gerundense lo tiene todo.