En papel y en persona

Los destinos protagonistas del número de diciembre de Viajes National Geographic

Para ir abriendo boca, este es 'spoiler' de los reportajes y destinos que llenarán de color y planes la revista del próximo mes.

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iStock-848658122. Pirineo de Girona

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Pirineo de Girona

La cordillera pirenaica despliega un variado abanico de paisajes y patrimonio monumental en su extremo más oriental, en la provincia de Girona. El viaje desde la soleada comarca de la Cerdanya hasta el parque natural del Cap de Creus discurre por pueblos y prados de montaña, cumbres que son el paraíso de alpinistas y esquiadores, valles remotos, cascadas y tierras volcánicas tapizadas de bosque.

Además de naturaleza, esta porción del Pirineo es rica en tesoros artísticos, como el monasterio románico de Ripoll, el santuario de Santa Maria de Montgrony o Sant Pere de Roda, con magníficas vistas del Mediterráneo. Entre las joyas culturales también se pueden contar poblaciones singulares, como Castellfollit de la Roca, emplazada en lo alto de un acantilado, o el pueblo pescador de Cadaqués.

El invierno es la estación ideal para descubrir no solo escenarios perfectos para los deportes de nieve (esquí nórdico o alpino, excursiones con raquetas o con esquís de travesía), sino también para disfrutar de una gastronomía sabrosa y reconfortante, con aroma a bosque o a mar, depende de la comarca en que nos encontremos. El Pirineo gerundense lo tiene todo.

iStock-585073092. Málaga

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Málaga

Los magníficos museos de arte de la capital malagueña son un punto de partida irresistible para descubrir la costa oriental y recorrer sin prisas los pueblos y paisajes de las comarcas de la Axarquía y Antequera. La fantástica cueva de Nerja y los acantilados de Maro –un reto para los aficionados a las canoas– puede ser la primera etapa de un viaje con aroma morisco en los núcleos de Vélez-Málaga, Frigiliana o Comares, enclaves que aparecen en los relatos de viajeros románticos que se adentraron por estas tierras en el siglo XIX. Bordeando las sierras de Tejada se llega a Antequera y al onírico paisaje kárstico de El Torcal, preámbulo de un espacio que parece haber sido esculpido por gigantes que luego tal vez pasearan por el desfiladero de los Gaitanes, por donde ahora discurre la pasarela del vertiginoso Caminito del Rey.

shutterstock 533886376. Cantabria

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Cantabria

Santander es el aliciente urbano en una región donde reina la naturaleza, de mar y también de montaña. Con un interior tapizado de prados y un litoral perfilado por rías y cabos, Cantabria se extiende como un manto repleto de atractivos para los viajeros que disfrutan hallando sorpresas en cada etapa: Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera, con sus iglesias y casas centenarias asomadas al mar; las localidades de aspecto tosco y robusto de los valles pasiegos, rodeados de bosque; las fabulosas cuevas de Altamira o de El Soplao; o la bucólica comarca de Liébana y su monasterio de Santo Toribio. Las reservas naturales de los Picos de Europa, Saja-Besaya o de las dunas de Liencres aparecen a lo largo de este viaje como espacios sin interrupción, como si Cantabria entera fuera un enorme y magnífico parque natural moteado por poblaciones encantadoras.

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Lyon

Esta ciudad francesa, encajada en la confluencia de los ríos Ródano y Saona, desborda vitalidad en todas las épocas. Sus barrios más monumentales, con iglesias y palacetes magníficos, contrastan con un patrimonio industrial de gran interés por su implicación en la evolución económica y cultural no solo de la ciudad sino de todo el país. En ese grupo se sitúan los pasajes (traboules) que cruzan Lyon de punta a punta, los talleres donde se fabricaban piezas de seda, los edificios donde vivían los obreros, las estaciones de tren y los puertos fluviales. El Lyon de hoy en día es un bello mosaico de épocas y corrientes artísticas diversas, con la incorporación en el siglo XXI de nuevos museos de arte y paseos peatonales.

calin-stan-a8ZSKCBE1xk-unsplash. Egipto

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Egipto

Egipto ha sido, es y será uno de los mayores mitos viajeros del mundo. El gran país del Nilo, de los faraones, de los corales del mar Rojo y del bullicio cairota mantiene su aura de destino que merece conocerse al menos una vez en la vida. Las pirámides de Giza y los templos de Abu Simbel tienen el poder de maravillar a viajeros de edades y procedencias dispares, y no solo por sus dimensiones gigantescas sino también por los tesoros que contenían, las leyendas que los rodea y la fascinante civilización que los construyó. Después de visitar las grandes obras farónicas, hay que perderse por los barrios de El Cairo para palpar el Egipto de hoy, conocer el barrio cristiano y contemplar los tesoros del sensacional museo arqueológico –en 2021 está prevista la inauguración del nuevo museo junto a las pirámides de Giza–. Nadar o bucear en Sharm el Sheij será el premio tropical y natural a este viaje en el tiempo.

iStock-682239544. El Hierro

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El Hierro

Bosques de laurisilva, valles con acantilados, una meseta interior y crateres sumergidos forman el insólito paisaje de esta isla canaria. Declarada Reserva de la Biosfera, la más occidental de las islas Canarias carece de una carretera que la bordee, de manera que adentrarse por su interior es un placer inevitable que permite descubrir un prodigioso jardín donde se entretejen cultivos, laurisilva y pinares. Los tesoros naturales de El Hierro también se encuentran bajo el mar, concretamente en la Reserva Marina La Restinga-Mar de las Calmas, considerado entre los mejores destinos submarinistas del mundo.

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Bilbao

Esta escapada a la capital vizcaína descubre tesoros de siempre, museos renovados y nuevos iconos urbanos. Desde la ría y el museo Guggenheim, pasea por el Casco Viejo y sus cafés centenarios, el Ensanche, el barrio de Abando y acaba en lo alto del monte Artxanda o en el mirador del parque Pikotamendi.