
El helado forma parte de la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y es la vez, uno de los elementos distintivos de la cultura gastronómica italiana, un producto que hace las delicias de todo viajero por tierras del país vecino.
Este domingo 24 de marzo se celebra en toda Europa el Día del Helado. Por ello proponemos una visita muy especial al Gelato Museum Carpigiani que se inauguró hace unos meses en la población italiana de Anzola Emilia, muy cerca de Bolonia. Se trata de un original espacio interactivo impulsado por la familia Carpigiani, toda una institución en materia de helados en Italia.
Un museo muy original
El Gelato Museum tiene una superficie de 1000 m2 y un lema inequívoco «Nuestra misión es difundir en el mundo la cultura del helado, un producto artesanal italiano basado en una larga e ilustre tradición culinaria». Así, a través de la exposición se pretende dar a conocer la tradición y la identidad del helado como un producto de la cultura gastronómica europea, estableciendo las raíces del mismo y difundiendo su historia y sus valores culturales.
Breve historia del helado
En el museo se muestran y explican los orígenes del helado, que se remontan al siglo XII a.C. En Egipto solían llenar la mitad de una copa con nieve y la otra con zumos de fruta y en la antigua Roma existió un floreciente comercio de nieve que traían de las montañas y conservaban en depósitos durante más de seis meses. Pero se afirma que los inicios tuvieron lugar en la lejana China, donde congelaban diversos productos con agua mezclada con sal. Los árabes ya hablaban del sorbete, elaborado con hielo; y se han hallado indicios de hace 12.000 años sobre conservación de hielo en las cuevas. Pero el gran auge del helado, casi como lo conocemos y degustamos hoy, procede del Renacimiento, de la Florencia de los Medici. Actualmente, alrededor del helado, funciona una vigorosa industria y numerosos artesanos que ofrecen sus deliciosos productos.