Algo esencial a la hora de planificar el rodaje de una película es escoger las localizaciones donde se grabarán las escenas. Es posible que el argumento exija un lugar concreto, como una ciudad o país, o un tipo de paisaje especial, como una selva frondosa, un acantilado de vértigo o quizás una playa de ensueño.
Precisamente, en lo que a playas se refiere, España tiene una amplísima oferta. Es por ello que muchos cineastas se han fijado en ellas para ambientar algunas películas que han quedado para siempre grabadas en nuestras retinas. Este es un paseo por las playas españolas más peliculeras.