Considerada por muchos como la hermana pequeña de Mallorca, Menorca tiene una personalidad propia sobradamente arrolladora, capaz de convencer de un solo bocado incluso al más escéptico. Años de tradición y mezcla de culturas le avalan. Por aquí han pasado romanos, árabes, británicos… y todos han dejado su huella en una gastronomía tan rica como sabrosa, plagada de platos típicos y elaboraciones autóctonas que en Mahón, además, se pueden disfrutar con increíbles vistas al mar incluso a la hora de las tapas. Para prueba, estas cinco direcciones que están para comérselas.