¡Dale al play!

El salar de Uyuni de Bolivia en nueve datos fascinantes

El mayor salar en extensión del mundo ofrece todo un mundo por descubrir en el país sudamericano.

El mapa de Bolivia se distribuye entre el verde de su extensión boscosa, que alcanza la selva Amazónica, y el pardo de sus cordilleras en la región Subandina y Andina. En este último, también aparece el azul de los lagos Titicaca y Poopo, y el blanco de los salares de Coipasa y de Uyuni, el de mayor extensión continua del mundo. En este último, también conocido como salar de Tapuna, el viajero topa con un mar de nubes, donde el cielo y la tierra parecen confundirse. 

El salar de Uyuni de Bolivia en nueve datos fascinantes

Emplazado en el sureste de Bolivia, el desierto de sal de Uyuni es una de las maravillas naturales de Sudamérica que se extiende a lo largo de 10.582 km² en el departamento de Potosí, dentro de la región altiplánica de la cordillera de los Andes. Concretamente a 3.656 metros de altitud, ocupa la extensión donde justo hace 40.000 años se encontraba un lago prehistórico que se secaba estacionalmente, conocido primero como lago de Minchinnota y posteriormente de Tauca o Tauka.

A lo largo y ancho de su extensión y de sus 120 metros de profundidad, se calcula que atesora 10.000 millones de toneladas de sal aproximadamente, repartidas en once capas que varían de espesor y pueden alcanzar los 10 metros en la superficie. El fondo de la salina se compone, por su parte, de barro y capas de salmuera superpuestas, compuesta por minerales como el potasio, el magnesio o el litio. De hecho, el salar de Uyuni conforma junto al de Atacama y del Hombre Muerto el triángulo de litio, la mayor reserva de la tierra.

Uyuni
Foto: iStock

Visitado por una media de 300.000 turistas anuales, aparte de ofrecer uno de los paisajes más espectaculares del mundo, cuenta con varias atracciones que lo hacen todavía más interesante. A unos 3 km al sur de la ciudad de Uyuni se encuentra el cementerio de trenes, donde convoyes abandonados y piezas de antiguas locomotoras a vapor dejadas a su suerte conforman una de las visitas más curiosas de Bolivia.

A pocos kilómetros de Uyuni también se encuentra el pueblo de Colchani, donde una cooperativa de extracción de sal, un pequeño museo y un mercado para comprar productos elaborados con sal, completan la visita a este desierto. Desde allí, la visita se puede desviar por el Hotel de Sal, la Isla Pescado o la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa, donde subir hasta el mirador del Volcán Ollagüe.

El árbol de Piedra, las lagunas Hedionda, Chiar Kkota, Honda y Colorada, los géiseres Sol de Mañana, los Baños Termales, Laguna Verde y el Volcán Licancabur ofrecen todavía más alicientes al salar más extenso del mundo.