Aterrizar en El Calafate supone ya el inicio de una aventura que uno puede imaginarse pero que supera cualquier expectativa cuando se vive. El avión desciende al lado del gran Lago Argentina, el más grande del país, que descansa en la estepa patagónica y abraza al glaciar Perito Moreno. Su azul vibrante, que contrasta con el marrón marciano de la tierra, será el primer punto de contacto del viaje y sienta las bases del espectáculo natural que está por venir en este viaje hacia Chaltén y Calafate.