TABLA, NEOPRENO Y PORTUGAL

La escapada de la semana: 'surftrip' a Ericeira

Siete icónicas olas y un puñado de delicias marineras en la única Reserva Mundial de Surf de Europa.

Ericeira pilla a solo 50 kilómetros de Lisboa. Encalado en un risco al borde del mismísimo Atlántico, este típico pueblo de pescadores y lugar de veraneo de lisboetas abre sus puertas de septiembre a mayo –cuando hay mayor consistencia del oleaje–, a los amantes del surf. En sus cuatro kilómetros de costa cuenta con siete emblemáticas olas con distintos grados de dificultad y de calibre mundial; además, no hace falta ser un experto en la materia, sus más de 40 escuelas permiten a los principiantes aprender lo básico de este deporte y disfrutar tanto como los de nivel pro.

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vistas ericeira. ESENCIA MARINERA  ericeira

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Muy colgados del acantilado

Ericeira, incluida en el Concelho de Mafra (Distrito de Lisboa), está apostada en un inmenso risco mirando fijamente al océano Atlántico. Sus habitantes, pescadores natos, siempre han estado ligados al mar; una cualidad que les ha valido para ser uno de los destinos favoritos de los amantes del buen marisco. Pero por lo que se hizo famoso en un principio –luego vino el surf– fue por la belleza de sus acantilados de arenisca y el rosario de playas doradas que se forman en sus estrechas ensenadas. Aún con esa fama de paraíso, Ericeira sigue guardando su esencia marinera, sigue siendo pequeña y acogedora y ha sabido fusionar a la perfección la tradición portuguesa con el ambiente sofisticado del surf

 
joao-ferreira-Eqjse2H-dak-unsplash. RESERVA MUNDIAL

Foto: Joao Ferreira | Unsplash

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Olas protegidas

Lo primero que se sabe al llegar a Ericeira es que sus costas fueron declaradas en 2011 Reserva Mundial del Surf, por cuenta de la organización norteamericana Save the Waves Coalition. Lo segundo es que el título, motivo de orgullo de sus habitantes, es el único dado en Europa hasta ahora, entre los 11 que hay a nivel mundial. Los objetivos de la reserva son proteger la extraordinaria riqueza ambiental y a la biodiversidad marina de la zona, así como promover a Ericeira como un destino óptimo para la práctica de este deporte.

iStock-1091049328. OLAS NIVEL PRO

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¡Hola , olas!

Siete olas conforman esta reserva; todas ellas con una potencia y un oleaje constante que todo surfista experimentado quisiera desafiar. Pedra Branca –de izquierdas, tubular y con un arranque veloz– es la que se encuentra más cerca del pueblo, justo en frente del Ericeira Camping, un alojamiento perfecto si se quiere sentir todo el magnetismo alrededor de este deporte. Crazy Left depende mucho del viento, pero cuando se dan las condiciones climáticas adecuadas sus paredes rápidas y tubulares ofrecen altas velocidades. São Lourenço, por su parte, tiene una sólida derecha y es consistente, rápida y potente; su mejor tarjeta de visita es su tranquilidad, pues no suele ser muy concurrida. Reef y Cave son las más peligrosas, de derechas, radicales, tubulares, arriesgadas y muy muy fuertes; un cóctel apto para surfistas más experimentados. 

iStock-972953830. ICONOS SURFEROS

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Dos ICONOS SURFEROS

Situada en un escenario que se ha mantenido inmaculado desde que los surfistas empezaron a venir a ella en la década de los 70 del siglo pasado, la Praia dos Coxos posee una de las olas más emblemáticas de la reserva. Siempre fuerte, con una derecha no apta para aprendices y con espectaculares tubos de varios segundos de duración. Coxos, además, es la playa que mejor simboliza el espíritu y los valores que rigen la reserva: protección, conservación y sostenibilidad. Ahora bien, Ribeira D’ilhas es parada obligada para todo surfista; sus olas largas y consistentes, funcionan en cualquier tipo de marea. No en vano, es sede de competiciones nacionales e internacionales. Los no adeptos del deporte podrán disfrutar de un mirador excepcional en lo alto de los acantilados y de un chiringuito con hamacas apostadas para disfrutar del atardecer.

Inmersión MiguelManso61 Save the wave. Inmersión

Foto: MiguelManso61 | Save the wave

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Surf sin mojarse

En Ericeira, la innovación también ha llegado al surf. Se trata de un Centro de Interpretación –apostado encima de la oficina de turismo– que proporciona una experiencia inmersiva en todo lo relacionado con el deporte en la zona. Una mesa interactiva (a escala 1:1000) es la gran atracción de la sala. Formada por una maqueta topográfica que gracias al video-mapping presenta todas las características de la reserva: oleaje, flora, fauna y hasta las condiciones climatológicas que afectan a la región. Además, presenta un interesante recorrido por la historia y el papel que ha tenido el surf en el desarrollo de Ericeira. Una visita recomendada antes de lanzarse al mar con la tabla bajo el brazo. 

 
iStock-824624144. MÁS ALLÁ DEL SURF

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Para dejar la tabla y coger la cámara

Puede que lo más famoso de Ericeira sean sus siete magníficas olas y sus chiringuitos surferos, pero hay vida más allá de las tablas y el neopreno. Perderse entre sus callejuelas de empedrado portugués, flanqueadas por casas blancas con ribetes azules y repletas de tiendecillas de artesanías, es casi una obligación. Tanto como descubrir su puñado de iglesias, con bonitos artesonados y azulejos o apostarse en algún bar del puerto pesquero y contemplar el atardecer, en compañía de una cerveza artesanal.  Bien entrada la noche, no hay que perderse el buen rollo de la discoteca Ouriço; considerada la más antigua de la península ibérica y en la que caben toda clase de ritmos, bailes y cócteles. 

 
iStock-1183065911. UN PUÑADO DE MARISCOS

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Que no se quede pequeño el neopreno...

La tradición marinera de Ericeira es más que evidente en su gastronomía, a base de pescados y mariscos frescos. En el siglo XIX, estaba considerado el puerto más importante en materias comerciales y en él atracaban grandes barcos cargados de productos para ser repartidos a todo el país. En esta misma bahía es desde donde partieron al exilio los reyes portugueses Manuel II y Amelia d’Orleans, en 1910. Volviendo al presente, el pescado fresco a la parrilla es una referencia obligada y los erizos de mar la especialidad local; además, no hay que irse sin probar el pulpo, los mejillones, los percebes, las sardinas o las langostas. Más allá de los coquetos restaurantes y marisquerías del centro, merece la pena acercarse a los estilosos chiringuitos de Ribeira D’ilhas o, un poco más lejos, hasta Ribamar para degustar, entre surfing y surfing, una pizza de masa fina con vistas a la bahía. 

 
bar hotel

Foto: Barcelo

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Con la tabla a Lisboa

Después de tanto surf, playa y marisco, apetece una escapada corta por la cosmopolita Lisboa. Habrá que tomar como base de operaciones el Occidental Lisboa, situado a tiro de piedra de la Plaza Marqués de Pombal y de la Avenida Libertad; con un rooftop bar y una carta de cócteles muy apetecibles. Será preciso sentir el espíritu bohemio y alternativo de barrios como El Chiado y Barrio Alto o admirar la encantadora arquitectura, rememorando tiempos gloriosos en sus monumentos más destacados. Antes de volver a España –TAP Air Portugal tiene vuelos directos a diversas ciudades del país– hay que hartarse del bacalao y de los gloriosos pasteles de Belém, dominar la Praça do Comércio y colarse en todos sus espacios culturales.