Viena
Imperial, musical y cuna de movimientos artísticos, la capital de Austria deslumbra todo el año y en especial durante la época navideña. Conciertos y mercadillos callejeros llenan las iglesias barrocas, los palacios imperiales y las plazas del casco antiguo. Un banquete de estímulos para viajeros de todas las edades que pueden zambullirse en las vanguardias del siglo XX, maravillarse con los salones del Hofburg y del Schönbrunn, escuchar música clásica en una iglesia o lanzarse a bailar el vals entre cientos de parejas. Siempre habrá tiempo para acercarse al Prater y subir a su noria para contemplar el Danubio.
Gran Canaria
Como un continente en miniatura, Gran Canaria cuenta con la ciudad más grande y cosmopolita del archipiélago, un amplio collar de playas, tanto para familias como para amantes del surf, aldeas que parecen incrustadas en el paisaje, donde el tiempo fluye con calma, y montañas que invitan a hacer senderismo. Nuestro viaje empieza en la luminosa ciudad de Las Palmas, que fascina con su casco antiguo, las casitas de colores del montículo de San Juan, el encanto colonial del barrio de la Vegueta y el animado distrito de Puerto-Canteras. El recorrido por la costa norte nos llevará al valle de Agaete, al núcleo montañoso de la isla y por último al radiante sur en Maspalomas.
Alpes. El tour del Mont Blanc
El valle de Chamonix, el italiano valle de Aosta y el paso al Valais suizo por el Gran San Bernardo son las etapas de este viaje invernal alrededor del gran macizo de los Alpes y su emblemática cumbre, de 4807 m. Este enclave es una encrucijada de culturas alpinas en un escenario de suma belleza, con 45 cimas que superan los 4000 m que se elevan sobre estaciones de esquí sensacionales y pueblecitos que conservan sus tradiciones de montaña.
Marruecos. Un gran ruta por el sur
La fascinante Marrakech es la puerta al grandioso sur marroquí. De la mítica capital imperial a las solitarias fortificaciones de barro, de las cumbres del Atlas a las gargantas de sus ríos, de las aldeas amazig a las medinas árabes, de los valles fértiles a los palmerales de los oasis y de la inmensidad del Sáhara a la del Atlántico. Esta región del sur marroquí engloba mundos distintos aunque hermanados entre sí que todavía fascinan con sus tradiciones, su aromática cocina y la generosa hospitalidad de sus gentes.
Nueva York
Manhattan vive una transformación imparable con iniciativas arquitectónicas que se suman a los iconos de siempre para seguir siendo un referente mundial. Visitarla en Navidad permite disfrutarla con un ambiente tan distinto del resto del año como fabuloso por su iluminación nocturna y la nieve que cubre parques y avenidas. Empezamos nuestro paseo en la punta sur, tomando el ferry que conecta con Staten Island y contemplando así el perfil de la ciudad. El puente de Brooklyn, el nuevo barrio de Hudson Yards, el emblemático Empire State Building y la pista de patinaje del Rockefeller Center, los museos MoMA, Met y Whitney, la nueva Little Island, la mítica Central Station, Central Park… Una colección de enclaves indispensables irán surgiendo a lo largo de este itinerario neoyorquino.
Tailandia con los cinco sentidos
Tailandia engloba varios mundos. Y para disfrutarlos todos, nada mejor que empezar el viaje en los frondosos valles del norte, luego seguir el curso de sus ríos rumbo a las legendarias Sukhotai y Ayutthaya, dejarse fascinar por la cosmopolita Bangkok y acabar en las paradisiacas playas del mar de Andamán y del golfo de Tailandia. La abundancia de templos ricamente decorados será una constante a lo largo de todo el viaje, así como la deliciosa gastronomía tailandesa. Pero además, este país ofrece algo casi único: ver el amanecer desde las playas del golfo de Tailandia y el atardecer desde las del mar de Andamán.
Berlín
El recién inaugurado Forum Humboldt y la reapertura de la Neue Nationalgalerie se suman a la oferta artística de la Isla de los Museos. La reciente inauguración del aeropuerto Berlin Brandenburg Willy Brandt ha convertido el traslado hasta el mismo centro berlinés y a la Isla de los Museos en un corto trayecto de apenas 20 minutos. Quien visite Berlín ahora tendrá la ocasión de dar la vuelta al mundo, a su historia, arte y cultura, sin alejarse de las orillas del río Spree y los muelles del canal Kupfergraben. Desde el panorama considerado más «doméstico» por los europeos, el que se expone en la Isla de los Museos, que incluye pintura y escultura del viejo continente y de las civilizaciones clásicas (Grecia, Persia y Egipto), hasta la mirada «exótica» que ofrece el Foro Humboldt, con arte de África, Oceanía y de los pueblos originarios de América.
Palma de Mallorca
El cálido invierno mallorquín es perfecto para visitar la mayor de las Baleares y disfrutar de su capital en la época más tranquila del año. Empezar el día en el castillo medieval de Bellver y después desayunar una ensaimada en el mercado de Santa Catalina es un buen comienzo al paseo por la ciudad de Palma. Su núcleo medieval es como una caja de sorpresas, con palacetes de patios sombreados y escalinatas, iglesias y conventos góticos, y calles estrechas que una vez fueron parte de una de las juderías más extensas de Europa. El colofón a la visita será La Seu y su espectáculo de luces a través del rosetón mayor y el palacio de la Almudaina.
