Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
Actualizado a
Desde el cabo de Creus hasta el mar de Alborán, pasando por las Baleares, la costa del Mediterráneo alberga numerosas reservas de gran valor natural por la fauna y la vegetación acuática y terrestre que albergan. Navegar hasta ellas ya es una aventura fantástica, pero bucear con botellas o solo gafas y aletas por sus aguas es una experiencia sensacional. Hay que tener en cuenta que son espacios delicados, normalmente de acceso regulado y que requieren de un guía para visitarlos.