Vuelta al pueblo

Estas son las 10 candidatas a Capital de Turismo Rural 2020

Mediante una votación, el site Escapada Rural busca quien releve a Santillana de Mar, la ganadora de 2019.

El site de reservas de alojamientos Escapada Rural ha dado a conocer los finalistas para alzarse con este simbólico título. Un reconocimiento que se basa en su potencial como destino, en su autenticidad y en su conexión con el entorno. Y, por supuesto, en su potencial logístico para acoger a los viajeros que quieran conocer sus encantos. 

1 /10
iStock-1165590648. Artenara (Gran Canaria)

Foto: iStock

1 / 10

Artenara (Gran Canaria)

El pueblo tiene el honor de ser el lugar más alto de Gran Canaria (1269 metros) y al mismo tiempo, el municipio menos poblado de la isla con poco más de 1000 personas. El centro neurálgico donde transcurre la mayor parte de la vida social es la Plaza San Matías, en la cual dos torres cuadrangulares rojas coronan la iglesia que domina la zona. Por su localización, Artenara cuenta con unas vistas privilegiadas del horizonte canario. No hace falta irse muy lejos para observar yacimientos arqueológicos de los aborígenes como los candiles o la acusa seca, situado entre barrancos, donde incluso se hallaron momias, entre otros elementos. Lo que hace especial a este enclave es la multitud de secretos que recoge, como por ejemplo el mirador de Unamuno, homenaje a la estancia que dedicó el escritor bilbaíno durante 1910.

iStock-1192844766. Ayna (Albacete)

Foto: iStock

2 / 10

Ayna (Albacete)

El río Mundo moldea parte de la Sierra de Segura a su antojo dejando lugares tan sugerentes como Ayna, un pequeño pueblo de Albacete comúnmente llamado como la “Suiza manchega”. Por lo abrupto del terreno, se pueden observar terrazas de cultivo excavadas en la ladera que recuerdan a parajes exóticos como los campos de arroz en Vietnam. Estar presente en medio de la naturaleza ofrece a Ayna la posibilidad de estar en contacto permanente con especies como la cabra montesa come-almendros. Gracias a la morfología rocosa existen formaciones como la Cueva del Niño, donde se conservan pinturas rupestres originarias del paleolítico.

shutterstock 1209035044. Cazalla de la Sierra (Sevilla)

Foto: Shutterstock

3 / 10

Cazalla de la Sierra (Sevilla)

A vista de pájaro, Cazalla impresiona por el contraste entre sus tejados anaranjados y el resplandor de las típicas casas blancas andaluzas con el resto del panorama formado por vastas dehesas y bosques frondosos. Su verdadera belleza se encuentra en el peso de la historia que le ha dotado de una extrema singularidad. Por sus calles pasaron pueblos prerromanos que utilizaron las cuevas como asentamientos temporales. Más tarde se convirtió en posta durante la ruta de la plata y no fue hasta la época musulmana que Cazalla no tuvo la forma que podemos observar hoy. De aquel momento se mantienen en pie partes fundamentales a visitar como la fortaleza.

shutterstock 545983291. Colombres (Cantabria)

Foto: Shutterstock

4 / 10

Colombres (Asturias)

Ya en el norte, en Asturias, espera otra joya: Colombres. Esta localidad tiene un pasado indiano que rezuma por sus calles. Tiempo atrás, gran parte de la población hizo las maletas para hacer las Américas y ese legado sigue estando vivo en las construcciones arquitectónicas de estilo colonial como la Fundación de Archivos Coloniales, un fantástico edificio de fachada azul cielo que no deja indiferente a nadie. Los palacetes y villas que se alzan a medida que avanza el pueblo se funden de forma especial con la naturaleza, y es que tan solo a diez minutos de Colombres uno puede decidir si pasear por valles vegetales o dejarse caer por una de sus playas.

1440px-ElRasillo20130926170625SAM 3839. El Rasillo de Cameros (La Rioja)

Foto: Rowanwindwhistler vía Wikimedia Commons

5 / 10

El Rasillo de Cameros (La Rioja)

Envuelto entre pequeños montes y praderas, El Rasillo de Cameros, lo hace un destino emblemático para todo aquel amante de la naturaleza. A unos metros, el embalse de González la Casa enmarca el lugar dejando una imagen bucólica propia del norte. La belleza del lugar radica –sobre todo- en el contexto, el trazo que rodea al pueblo. Muchos son los que se pierden por sus montañas en busca de boletus o practicando deportes como senderismo a través de bosques de pinos, hayas y robledos, entre otros. El Rasillo es en definitiva, un oasis de calma, de contacto con lo esencial.

iStock-120681412. Guadalupe (Extremadura)

Foto: iStock

6 / 10

Guadalupe (Extremadura)

Hay dos Guadalupes, y las dos igual de atractivas. Por un lado, la que se esconde tras los muros de su monasterio, un lugar de peregrinaje levantado a base de mucha fe (y donaciones) que destaca por ser Patrimonio de la Humanidad gracias a su sucesión armoniosa de estilos y por la gran colección de arte que atesora. Y después está la otra, la callejonera, la que va de placita en placita por pequeñas travesañas flanqueadas por soportales y casas de entramado visto. Una mezcla irresistible. 

iStock-121287669. Leitza (Navarra)

Foto: iStock

7 / 10

Leitza (Navarra)

En el confín noroeste de Navarra, las montañas y las lluvias generan valles verdes, frondosos y muy singulares. En el de Leizarán se ubica esta población que es un perfecto ejemplo de la cultura navarra vascuence. Es decir, un conjunto de casonas imponentes, muchas de ellas blasonadas, que parecen querer proteger las calles de un entorno tan exuberante y entre las que sobresale su Casa Consistorial. Todo ello rematado por una iglesia, la de San Miguel, que parece gobernar el pueblo con sus dimensiones y su -aquí insólita- piel de piedra. 

shutterstock 201355526. Potes (Cantabria)

Foto: Shutterstock

8 / 10

Potes (Cantabria)

Si alguna localidad puede presumir de ser de las pioneras en cuanto a turismo rural se trata esa es Potes. La puerta de acceso cántabra a los Picos de Europa ha hecho de esta ubicación y de su proximidad al funicular de Fuente Dé su principal reclamo, aunque aún hay mucho más. Y es que este municipio puede presumir de muchas construcciones hipnóticas en piedra, como su puente sobre el río Deva o sus callejuelas empedradas en las que es imposible no pararse a respirar. 

iStock-697183314. Rascafría (Com. de Madrid)

Foto: iStock

9 / 10

Rascafría (Com. de Madrid)

Escondida en el valle del Lozoya, esta localidad es uno de los grandes secretos de la Comunidad de Madrid. El hecho de haberse mantenido al margen del boom inmobiliario de la Sierra de Guadarrama le ha permitido ser un reducto rural no muy lejos de la capital. Su entorno, coronado por los picos más latos de esta región, se completa con toda una red de riachuelos y puentecitos que piden a gritos alguna que otra excursión mientras que el Monasterio de El Paular le aporta el punto cultural a la visita. 

iStock-146883998. Santo Domigo de Silos (Burgos)

Foto: iStock

10 / 10

Santo Domigo de Silos (Burgos)

Hace unos lustros, este pueblo volvió a los titulares por la recuperación del canto gregoriano por parte de los monjes benedictinos que habitan en su fastuoso monasterio. Esto fue un soplo de aire fresco para toda la localidad, que volvió a recibir a viajeros como Gerardo Diego, quien compuso aquí su famoso soneto dedicado al Ciprés de Silos. Su principal reclamo sigue siendo el claustro románico de doble altura cuyos capiteles son una obra de arte. Eso sí, fuera de este recinto, Santo Domingo espera con callejuelas empedradas y plazuelas donde procrastinar. 

shutterstock 1209035044

Para votar el favorito, solo hace falta clicar en este enlace.