Desde los seis parajes naturales que cruzan Málaga hasta su vivo y cálido mar Mediterráneo, esta provincia regala a la vista la imagen de pequeñas motas blancas repartidas entre su inmensa belleza de tonos verdes y terrosos. Calles adoquinadas, paredes que brillan con el sol, balcones repletos de flores, monumentos históricos y muchas rutas son lo que tienen que ofrecer estos pueblos y ciudades donde perderse para conocer una bella parte de Andalucía.