En Egipto no falta ni arena ni agua. Algunos de sus mayores secretos están bajo tierra y en el fondo del mar. Si en el desierto se encuentran las célebres construcciones de la civilización egipcia, en el Mar Rojo hay pecios, jardines de coral, un “Agujero Azul” y tiburones ballena, martillo y longimanus. Un paraíso para los buceadores.
Si el Nilo se navega, los mares Mediterráneo y Rojo se bucean. La costa del Mar Rojo, incluidos los golfos de Suez, en el lado occidental y el de Aqaba, en el oriental, alterna acantilados con playas de grava. El Mar Rojo se caracteriza por sus aguas una gran riqueza y nutrientes que alimentan a sus corales. Existen dos zonas de buceo: la Ruta Norte y la Ruta Sur, en ambas se pueden ver pecios, corales y colorida fauna marina.