Comida y paseo
Girona es una potencia en el ámbito gastronómico. Con solo cien mil habitantes, la ciudad cuenta con dos restaurantes agasajados por los gastrónomos de Michelin. El Celler de Can Roca tiene tres estrellas y se codea con los mejores locales del mundo, mientras que el Restaurante Massana cuenta con una estrella gracias a su apuesta por los productos de proximidad y temporada.
Para digerir la comida, nada mejor que un apacible paseo por la naturaleza. Unos 25 km al norte de Girona se encuentra la localidad de Banyoles y su famoso lago. Lo alimentan ríos subterráneos procedentes de las montañas de la Alta Garrotxa. Tiene una longitud de 2,15 km y una anchura de 775 m.
Existen diferentes recorridos señalizados, pero apuesto por la vuelta completa (Recorrido 1), muy accesible y sencilla. De solo 7 km y sin apenas elevaciones, el itinerario pasa junto a tres zonas de baño, atraviesa un bosque de encinas y pinos, y se acerca a las tradicionales pesqueres, unas edificaciones que, como palafitos, se adentran en el agua. Son una veintena y se construyeron durante el siglo xix y principios del xx para la práctica de la pesca, ya que el lago es rico en lucios, barbos, tencas o anguilas. La visita a la iglesia románica de Santa Maria de Porqueres redondea la encantadora caminata.