
Hasta hace poco, buscar grafitis en Portugal significaba viajar a Lisboa. Y es que la capital portugesa se ha ganado a golpe de spray una posición relevante en el mundo del arte urbano. Un simple paseo por la ciudad es suficiente para sorprendernos con las maravillas que se encuentran tanto en el centro como en barrios históricos e, incluso, los podemos llegar ver correr pintados en alguno de los tranvías que recorren sus calles. Pero ahora, los buscadores de grafitis van a tener la oportunidad de probar aires más rurales gracias al sorprendente proyecto Arte Público, de la Fundación Eléctrica de Portugal (EDP).
“Este es un proyecto que moviliza a artistas y comunidades rurales en un diálogo innovador”, (Miguel Coutinho, director general de la Fundación EDP)
El Arte Público Fundación EDP es un proyecto orientado a territorios con muy baja densidad de población con el objetivo de involucrar a la población en nuevas experiencias culturales, a la vez que se buscar estimular el desarrollo y la economía local a través de la realización de obras de arte público.
De momento, Arte Público está ya presente en 5 regiones: Algarve (al sur de Portugal), Alto Alentejo y Trás-os-Montes (regiones fronterizas con España), Ribatejo y Médio Tejo (centro de Portugal). Los artistas colaboran con la gente local en el desarrollo de las intervenciones, generalmente en fachadas de edificios abandonados, en muros semiderruidos, transformadores, centrales eléctricas o, incluso, en algún que otro cementerio. Para cada una de estas regiones, la Fundación EDP publica una guía de viaje para que el cazador de grafitis pueda ubicarlas, junto a la historia de las localidades y la autoría de la obra de arte.
En las zonas rurales de Portugal, la poesía y la belleza ya no sólo la pone el paisaje y los monumentos históricos, sino que ahora también ayudan los grafitis que ocupan lugares que, de lo contrario, habrían desaparecido borrados por el olvido y el abandono.