Pocas escapadas invernales ofrecen tanto como Granada, y si es en familia, todavía más. Los palacios nazaríes de la Alhambra parecen sacados de un cuento de las Mil y Una Noches, y no solo eso, es una oportunidad para que los niños aprenden historia in situ. La visita a la Alhambra ya es excusa suficiente para una escapada a la ciudad del Darro; pero hay muchos más atractivos.
Lo que transmite estos lugares es la maravillosa sensación de viajar a un país exótico; pero sin cruzar la frontera y acompañados por el aire fresco de la Sierra Nevada como telón de fondo. Si en el Palacio de las Ciencias los más peques de la casa sacan su lado científico, la posibilidad de pisar la nieve les hará vivir toda una aventura.