Natalia Martínez
A Grotagglie le ocurre lo que no a muchas otras ciudades del tacón de la bota italiana. En su skyline no despunta una imponente torre eclesial, ni el paisaje mediterráneo lo enmarca en una postal de ensueño. Ni falta le hace. Grotagglie guarda todos sus secretos en el corazón, un encanto que debe vivirse en primera persona para percatarse de que allí la belleza se encuentra en el interior. Por si fuera poco, a su patrimonio artístico, le acompaña una gran tradición vinícola, pero mejor ir por partes.