Lo primero que hay que saber de Haras du Pin es que es un criadero de caballos que fascina por igual a quien le gusta este animal y a quien no. No en vano, el conocido como 'Versalles de los Caballos', es un proyecto de, cómo no, Luis XIV, quien a principios del siglo XVIII levantó un complejo que ahora aúna historia, belleza, arte y naturaleza. La inmersión en el universo equino comienza en la entrada principal, un acceso que recibe a los visitantes con nada menos que un arco con cabezas de caballos hechas de oro brillante que se acompañan de una singular abeja, símbolo del Imperio, que fue colocada ahí para honrar a Napoleón III en su visita oficial en 1863. Y ya dentro, desde el patio principal, se aprecia la magnificencia de este lugar. Un magnetismo que también atrapó a la Reina Isabel de Inglaterra, quien en 1967 visitó personalmente el palacio para contemplar en persona su belleza y su historia.