Harbin está en el noreste de China, muy cerca de la frontera con Rusia y del frío invierno de Siberia. Al viajero que llega en estas fechas le esperan unos diecisiete grados bajo cero de media, nieve, un cielo helado y un sol, con suerte, pálido. El ambiente es gélido y el vaho sale de la boca al hablar... En realidad, toda una delicia para los miles de visitantes que llegan atraídos por la fantasía de las diferentes construcciones. Eso sí, hay que acudir bien abrigado, ya que la temperatura extrema de auténtico récord que llega a marcar el termómetro en esta provincia septentrional de Heilongjiang está en -38ºC.
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Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve de Harbin
El festival de Harbin se celebra desde 1963. Si bien, durante la Revolución Cultural China se interrumpió para reemprenderse en 1985. Se comienza a celebrar a finales de diciembre y, si el tiempo lo permite y las construcciones no comienzan a deshacerse con los rayos del sol, dura hasta fines de febrero. El Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve de Harbin es uno de los cuatro más importantes de todo el mundo junto al de Sapporo, en Japón, el de Noruega y el que se celebra durante el carnaval de Quebec, en el Canadá francés.
En realidad, el festival consiste en tres parques temáticos: el “Sun Island International Snow Sculpture Art Expo” (se trata de un parque temático para las esculturas de nieve), el “Harbin Ice and Snow World” (donde se celebran la mayoría de espectáculos y actividades y se encuentran los edificios de hielo iluminados) y, finalmente, el “Zhaolin Park Ice Lantern Fair” (un parque temático para las linternas de hielo).
El Festival de Esculturas de Nieve y Hielo de Harbin es lo más parecido a visitar un parque de Disney después de una tormenta gigantesca de nieve. Sólo hay que abrigarse bien y dejar que la fantasía nos emocione como cuando niños. Es verdad que el frío puede ser incómodo, pero nadie dijo que no pudiera ser bello, ¿verdad?